Recursos Humanos Digital. El mes de agosto ha concluido con un saldo de diez siniestros mortales en los sectores de la construcción, madera y sus materiales, tres menos que en el mismo periodo del año anterior, según datos registrados por la Federación de Construcción, Madera y Afines de CCOO (Fecoma).
En un comunicado, el sindicato explica que ocho de estos accidentes se produjeron en obras, y dos en el sector de la madera. Además, otros doce trabajadores resultaron heridos de gravedad.
Pese a la reducción en el número de siniestros mortales, Fecoma considera que este dato es «totalmente insignificante», ya que el número de asalariados en el sector de la construcción ha experimentado un descenso interanual de 197.600 asalariados en el segundo trimestre de 2011, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Con cuatro siniestros mortales, el País Vasco se ha convertido en la región más afectada por la siniestralidad laboral durante el mes de agosto. Le siguen con dos fallecidos, Andalucía y Asturias. El resto de regiones afectadas por accidentes mortales han sido Asturias, Castilla y León y Baleares.
LA MITAD, POR APLASTAMIENTO
Los datos de Fecoma desvelan que el 50% del total las muertes por accidente laboral se han producido como consecuencia de aplastamientos, mientras que las caídas en altura se sitúan como segunda causa de muerte en el sector, con un 20% del total.
Asimismo, cabe destacar el fallecimiento producido como consecuencia de un posible golpe de calor, registrado el pasado 19 de agosto en Ibiza. El sindicato exige a la Inspección de Trabajo el urgente esclarecimiento de las causas que provocaron este suceso.
El secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente de Fecoma-CCOO, Santiago Cubero, considera «lamentables» estas cifras en un mes como agosto, donde el ritmo de trabajo aún es menor. «Se revuelve el estómago al ver que la curva de siniestralidad sigue su trágico camino hasta final de año, y que nadie toma medidas para atajarlo», denuncia.
Ante esto, exige que se sancione a aquellas subcontratas que no cumplen con el convenio del sector, «que no dan la debida formación a sus trabajadores y actúan ilegalmente» y pide a las Administraciones «que den la cara de una vez» para «poner la carne en el asador».
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