RRHH Digital. «Los acontecimientos ocurridos este verano han indicado que nos encontramos en una nueva fase peligrosa», ha afirmado Lagarde, en una comparecencia en la sede de la Reserva Federal norteamericana en Kansas. «Las apuestas están claras y nos arriesgamos a socavar la frágil recuperación, por lo que debemos actuar ahora», ha apostillado.
Los niveles de crecimiento económico de Estados Unidos y de Europa se han estancado y la crisis de la deuda ha azotado a ambos lados del Atlántico, minando la recuperación que se había iniciado. Las economías desarrolladas deben controlar a largo plazo las deudas nacionales y, al mismo tiempo, no emprender medidas lo suficientemente coercitivas que terminen por debilitar la recuperación, en palabras de Lagarde.
«Aprueben, simplemente, políticas macroeconómicas que impulsen el crecimiento», ha continuado, «la política monetaria también debe permanecer altamente complaciente en un momento en el que el riesgo de recesión insufla el peligro de la inflación» a su vez, ha subrayado la directora gerente del FMI.
Asimismo, Lagarde ha admitido que los bancos europeos necesitan una recapitalización «sustancial y obligatoria» a través de canales privados y por fondos europeos. Los países europeos, ha dicho, también deben de encauzar sus planes de recorte del déficit en «un camino financiero creíble» con el apoyo del Banco Central Europeo (BCE).
Sobre la coyuntura económica en Estados Unidos, Lagarde ha insistido en que la obcecación norteamericana en la consolidación fiscal no debe ensombrecer la importancia de impulsar el crecimiento a corto plazo. La clase política estadounidense, ha esgrimido, debe confiar en la intervención de las agencias financieras inmobiliarias del Gobierno y debe reducir las deudas de los propietarios de la vivienda con programas más agresivos.
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