RRHH Digital. El Papa Benedicto XVI ha llegado a Madrid pasadas las 11.45 horas para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se prolongará hasta el domingo. La Iglesia espera que dé un impulso decisivo a la evangelización de las nuevas generaciones, especialmente en la «secularizada Europa».
En su primer discurso nada más llegar a Madrid, en el aeropuerto de Barajas, Benedicto XVI ha hecho un llamamiento a «una respetuosa convivencia» entre los cristianos y los seguidores de otras «legítimas opciones», en alusión no sólo a los fieles de otras religiones sino sobre todo al creciente número de ateos y agnósticos se que se registrán en España y todo Occidente.
El Papa ha reconocido que «actualmente hay motivos para la preocupación» en España, refiriéndose a la crisis de fe que tienen lugar en el país. Y ha denunciado no sólo la «persecución abierta» y violenta que los cristianos sufren en algunos países (sobre todo de mayoría musulmana) si no también a la «persecución larvada» que padecen en los estados laicistas.
«Se les acusa queriendo apartarles de Cristo, privándoles de los signos de su presencia en la vida pública y silenciando hasta su santo nombre». Asimismo el Papa exhortó a los católicos a no ocultar su identidad cristiana y, «en un clima de respetuosa convivencia con otras legítimas opciones», a exigir al mismo tiempo el debido respeto a las propias.
Estas declaraciones tienen un especial significado al producirse horas después de que anoche se produjeran altercados entre quienes se manifestaban contra la financiación pública de la Jornada Mundial de la Juventud y peregrinos presentes en la Puerta del Sol.
‘Ética’ contra la crisis
Antes de su primer discurso en Madrid, durante su viaje en el avión, el Papa expresó su preocupación por los jóvenes en paro. Ante la grave crisis económica que golpea a España y a otros países de la Unión Europea, Benedicto XVI ha arremetido duramente contra los criterios puramente mercantilistas por los que se rige la economía actual y ha abogado por un modelo que se rija por «la ética» y que anteponga el bien común al beneficio personal.
«La economía no funciona sólo con una autorregulación mercantil, sino que necesita de una razón ética para funcionar para el hombre», ha dicho respondiendo a la pregunta de un periodista. Y citando a su predecesor, Juan Pablo II, ha subrayado que: «El hombre debe ser el centro de la economía».
Además, en su tercer viaje a España desde que hace seis años se convirtió en Papa, Ratzinger ha destacado que la economía no debe medirse según el máximo beneficio, sino según el bien de todos». El Papa ha hecho un llamamiento a ser responsables con «el propio país», pero también con el mundo entero y con el futuro: «Sabemos que debemos proteger nuestro planeta», ha dicho.
Benedicto XVI expresó, asimismo, su satisfacción por visitar por tercera vez España y dijo que la Jornada Mundial de la Juventud es «una cascada de luz y muestra el coraje de ser creyentes».
En el aeropuerto de Barajas, el Papa ha sido recibido por los Reyes y por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, entre otras autoridades de los gobiernos central y autonómico madrileño, y del Ayuntamiento de la capital.
Nada más aterrizar, el Santo Padre ha sido saludado en el interior del avión por el nuncio, monseñor Renzo Fratini, y por el introductor de embajadores, José María Rodríguez Coso. Posteriormente el Papa ha descendido del avión y ha sido recibido por Don Juan Carlos, Doña Sofía y el arzobispo de Madrid, cardenal Antonio María Rouco.
En el Pabellón de Estado del aeropuerto de Barajas se encontraban además el presidente del Congreso, José Bono, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón, entre otros.
Desde lo alto de la escalinata del avión -que ha hecho el recorrido por la pista con las banderas vaticana y española- el Papa ha saludado a los centenares de personas que lo han vitoreado y aplaudido a su llegada.
La ceremonia de bienvenida, a la que se han sumado unos 2.000 jóvenes, ha comenzado con la interpretación de los himnos del Vaticano y de España, y como gesto de cariño hacia el Papa un grupo de niños se ha ataviado con el uniforme típico de la Guardia Suiza.
Tras la ceremonia de bienvenida, realizará un recorrido de entrada a Madrid en papamóvil hasta llegar a la Nunciatura Apostólica, donde se alojará durante su estancia en Madrid. Durante el camino, le acompañarán peregrinos que correrán una carrera de relevos, además de ejecutar bailes tradicionales de las regiones españolas y del resto del mundo.
Ya por la tarde, Benedicto XVI acudirá a la fiesta de acogida de los jóvenes y la ciudad de Madrid al Papa. Para ello, parte de la comitiva papal partirá de la Nunciatura a las 19.15 con dirección a Cibeles. El Papa cruzará la Puerta de Alcalá junto a algunos jóvenes, y allí el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, le entregará las llaves de la ciudad. El último tramo hasta Cibeles lo recorrerá en papamóvil.
A la fiesta de acogida le seguirá una misa, que coronará la patrulla acrobática Águila del Ejército del Aire, pintando en el aire la estela de las banderas del Vaticano y de España.
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