RRHH Digital. La conocida firma textil española Zara se vio salpicada por un escándalo en Brasil, tras conocerse que la empresa compró ropas fabricadas por inmigrantes bolivianos y peruanos sometidos a condiciones de trabajo similares a la esclavitud.
El caso fue revelado en la noche de este martes por la red televisiva brasileña Band, cuyos reporteros acompañaron a un equipo de fiscales del Ministerio de Trabajo que liberó a 15 personas que trabajaban en condiciones degradantes en dos talleres clandestinos de Sao Paulo que fabricaban ropas para la empresa AHA, suministradora de Zara.
Según el reportaje, en mayo pasado una operación similar de la Superintendencia Regional del Trabajo y Empleo (SRTE/SP) liberó a otros 52 trabajadores -casi todos bolivianos- sometidos a las mismas condiciones en la ciudad de Americana, en el interior del estado de Sao Paulo.
En todos los casos, los trabajadores en situación degradante fueron reclutados en Bolivia y en Perú, con promesas de mejores condiciones de vida en Brasil.
Al llegar a Sao Paulo, eran obligados a cumplir jornadas de hasta 16 horas diarias por salarios inferiores al mínimo vigente en el país (unos 340 dólares por mes).
Además, sus empleadores descontaban del salario el costo del viaje a Brasil, comida y otros gastos, lo que, a juicio del Ministerio de Trabajo, confirma el delito de esclavitud por deuda.
Compensaciones
El grupo español Inditex, propietario de Zara, negó cualquier responsabilidad en las irregularidades, y sostuvo que, al contratar talleres que explotaban ilegalmente a trabajadores, AHA «violó seriamente» el Código de Conducta para Fabricantes.
La empresa agregó que tomó medidas para que AHA pague compensaciones económicas a los trabajadores explotados y se comprometa a corregir las condiciones de trabajo en los talleres irregulares.
«Estamos trabajando conjuntamente con el MTE (el Ministerio del Trabajo y Empleo de Brasil) con miras a la erradicación total de estas prácticas, que violan no sólo nuestro rígido Código de Conducta, sino también a la legislación laboral brasileña e internacional», agregó el grupo, que tiene en Brasil su tercer principal mercado en las Américas, después de Estados Unidos y México.
Irregularidades y responsabilidad
Inditex añadió que tiene en Brasil a 50 suministradores, que produjeron el año pasado siete millones de prendas, y destacó que la producción de los talleres irregulares corresponde sólo a un 0,03% de este total.
Las explicaciones, sin embargo, no convencieron a los funcionarios del gobierno brasileño, quienes, en su informe, incluyen a Zara entre los responsables de las irregularidades.
«El nivel de dependencia económica de este suministrador (AHA) en relación a Zara les quedó claro a los fiscales. La empresa (AHA) funciona, en la práctica, como extensión de logística de su cliente principal, Zara Brasil Limitada», afirma el documento.
«La empresa es responsable de los que trabajan para ella. Estos trabajadores estaban produciendo prendas de Zara y seguían orientaciones de la empresa. Esta (vender ropas) es la actividad de la empresa, la razón de su existencia, por esto es su deber saber cómo están siendo producidas sus prendas», enfatizó la fiscal Giuliana Cassiano Orlandi.
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