RRHH Digital. Zénit Detectives, compañía española experta en investigaciones aplicadas en el ámbito empresarial, ha detectado un ligero incremento en los casos de robos y hurtos dentro de las empresas, un hecho provocado por la crisis económica, ya que algunos empleados no dudan en utilizar sus conocimientos del negocio para sustraer productos o mercancías que luego venden en el mercado negro.
Este tipo de hurtos suelen producirse en grandes empresas del sector tecnológico como la telefonía móvil, el sector farmacéutico y el sector industrial, capaz de producir piezas muy pequeñas, fáciles de sustraer y con un gran valor en el mercado ilegal.
“Lo que anima a la empresas a contratar los servicios proporcionados por empresas de detectives privados es el volumen económico de la sustracción del material”, afirma José María Alonso, Director de Operaciones de Zenit Detectives.
A través de la colocación de cámaras ocultas en espacios sensibles de la empresa, junto con una vigilancia externa de los trabajadores más sospechosos de ser los causantes del robo son algunas de las medidas puestas en marcha por los detectives. “En muchas ocasiones, tenemos que infiltrar a un detective dentro de la empresa, que ésta llegue a contratarle para investigar en primera línea a sus compañeros, conseguir ganarse su confianza y poder llegar a conocer el entramado que rodea la sustracción del material”, explica Alonso.
Es cierto que cuanto más pequeño es el producto robado más difícil es encontrar el material. En este tipo de hurtos, el coste de la investigación alcanza una inversión por parte de la empresa de un mínimo de 40.000€. “El infiltrar a una persona dentro de la empresa se realiza durante un periodo mínimo de 3 meses. Esto es debido a que implica estudiar el almacén, analizar los defectos de seguridad del lugar y, sobre todo, conseguir que los nuevos compañeros confíen en el infiltrado. Por esta razón, este tipo de investigaciones suelen alargarse en el tiempo”, según Alonso.
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