Recursos Humanos Digital. El 47,3 por ciento de los asalariados disfrutaron de un horario flexible o generalmente pudieron modificarlo –al inicio o final de la jornada y en al menos una hora– por razones familiares, frente al 19,3 por ciento que rara vez lo consiguió variar y el 27,5 por ciento que no pudo, según se desprende del Módulo sobre conciliación entre la vida laboral y la familiar Año correspondiente a 2010 de la Encuesta de Población Activa (EPA), dependiente del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Por género, la flexibilidad fue algo mayor en el caso de las mujeres (un 42,4% generalmente puede modificarlo) que en los hombres (39,6%). Además, a mayor edad, mayor facilidad para modificar la jornada laboral, con un 43,6 por ciento de mujeres de entre 45 y 64 años que se benefician de esta medida frente al 34,7 por ciento de las féminas de entre 16 y 24 años.
Respecto a la organización de la jornada laboral para tomarse días libres por razones familiares, el 42,7 por ciento de los asalariados pudo hacerlo en 2010, mientras que el 31,5 por ciento no dispuso de esa posibilidad. En esta situación, la flexibilidad laboral también fue algo mayor entre mujeres (44,1% frente al 41,5% de hombres) y entre los grupos de mayor edad (un 46,6% de las féminas de entre 45 y 64 años frente al 35,1% de las mujeres de entre 16 y 24 años).
Además, el 87 por ciento de los más de 5,54 millones de personas con al menos un hijo menor de ocho años –que trabajan o lo hicieron en algún momento después del nacimiento de su hijo– no redujo el número de horas trabajadas para cuidarle. Este porcentaje alcanzó el 95,8 por ciento en los hombres y se redujo al 76,9 por ciento en las mujeres.
De las restantes 685.300 personas que sí redujeron su horario laboral, el 85,1 por ciento fueron mujeres y el 14,9 por ciento varones. En cuanto al tiempo que disminuyeron su jornada, una de cada cinco mujeres lo hizo en un mes o más.
Por otro lado, 260.600 personas (el 92,8% de ellas mujeres) tomaron una excedencia a tiempo completo para atender a su hijo menor de ocho años. Una de cada tres mujeres que tomó excedencia lo hizo por un periodo de seis a 12 meses, mientras que tres de cada cuatro hombres disfrutó de su excedencia por un periodo inferior a los seis meses.
SERVICIOS «MUY CAROS»
La encuesta también refleja que un total de 850.000 personas no trabajaron y no buscaron empleo o lo hicieron a tiempo parcial para hacerse cargo regularmente de la atención de sus hijos durante el año 2010. El 59,5 por ciento tomaron esta decisión porque los servicios de atención eran «muy caros», porcentaje que se elevó al 64,4 por ciento entre los parados.
En el caso del cuidado a personas dependientes, la población que no trabajaba y no buscaba empleo o que trabajaba a tiempo parcial fue de 289.800. El 43,7 por ciento de ellos consideró que los precios de estos servicios eran «muy caros». En el caso de los parados, el 59,5 por ciento estimaba que estos servicios tenían precios muy elevados.
Por el contrario, el 14,7 por ciento de las personas encuestadas con hijos menores de edad (1,43 millones) utilizó servicios relacionados con el de cuidado de niños para atender a su hijo más pequeño. Respecto al número de horas de utilización de estos servicios, la mitad los usó 20 o menos horas por semana, el 18,3 por ciento entre 20 y 30 horas, el 21,7 por ciento entre 30 y 40 horas y el 8,8 por ciento más de 40 horas.
En la misma línea, el 5,1 por ciento de la población entre 16 y 64 años (más de un millón y medio de personas) se hizo cargo regularmente del cuidado de niños en 2010 –un porcentaje que se eleva al 7,9 por ciento en el caso de las personas inactivas– mientras que un 8,7 por ciento (2,67 millones de personas) se ocuparon de familiares o amigos mayores de 15 años necesitados de cuidados.
Por género, el 6,1 por ciento de los varones cuidaron personas dependientes, frente al 11,3 por ciento de las mujeres, porcentaje que se elevó hasta el 13,6 por ciento en el caso de las mujeres inactivas.
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