RRHH Digital. El juzgado de primera instancia número 47 de Madrid ha ordenado a Clesa, propiedad de la familia Ruiz-Mateos, el desahucio y desalojo «inmediato» de su sede en Madrid a petición de Metrovacesa, propietaria de los terrenos donde se encuentra la planta en Madrid a través de su filial Fuencarral Agrupanorte.
Según el auto judicial al que ha tenido acceso Europa Press, el juzgado ha solicitado al Servicio Común de Notificaciones y Embargos que fije una fecha para proceder a la orden, tras la notificación de la resolución a la empresa, fechada el 26 de mayo.
El juzgado autoriza que, en caso de que el imnueble esté cerrado o no se permita la entrada, la ejecución del desahucio se lleve a cabo adoptando las medidas que sean necesarias, «recabando incluso el auxilio de la fuerza pública y autorizándose la intervención de cerrajero».
En fuentes de Metrovacesa indicaron a Europa Press que Clesa no sólo acumulaba el impago del alquiler desde hacía tiempo, sino que había cumplido con creces la fecha de terminación de contrato de arrendamiento sin abandonar el edificio.
De hecho, se habían activado las cláusulas de penalización incluidas en el contrato, que suponían una indemnización de 15.700 euros mensuales, que la empresa del grupo Nueva Rumasa tampoco abonaba.
Por ello, la inmobiliaria, a través de su filial 100% Fuencarral Agrupanorte, y en defensa de sus intereses instó el embargo.
El pasado mes de mayo, el Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid declaró en concurso de acreedores, antigua suspensión de pagos, a Clesa, con un ‘agujero’ patrimonial superior a los 800 millones de euros, y decidió apartar de la gestión a la familia Ruiz Mateos, que adquirió esta compañía a Parmalat en 2007.
Según el auto, el juez acordó la suspensión de las facultades de administración y disposición del patrimonio a los Ruiz Mateos, ya que considera que han adoptado decisiones empresariales «perjudiciales» para el patrimonio de la concursada, incrementando cada año el importe del pasivo.
De la documentación aportada se deduce que el pasivo inicial asciende a 1.112,36 millones de euros, lo que convierte este concurso en el mayor tramitado hasta el momento en el sector alimentario, frente a un activo inicial de 304,76 millones de euros.
De esta forma, según se desprende del auto, el desfase patrimonial de Clesa se sitúa en 807,6 millones de euros, una cifra que podría variar en función del informe de la administración concursal. Los datos iniciales indican que los activos cubren solo la cuarta parte de la deuda.
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