Recursos Humanos Digital. El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, ha afirmado este lunes en Santander que si las empresas quieren tener más flexibilidad interna es «necesario» que trabajadores y sindicatos tengan también «más voz» dentro de ellas, dos «polos» que, a su juicio, deben de «mantenerse» durante la tramitación parlamentaria de la reforma de la negociación colectiva que se inicia este miércoles.
Durante su participación en el curso ‘Empleo y diálogo social en España tras un año de reformas’ de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y en la posterior rueda de prensa, Gómez ha señalado que el Gobierno de España está «abierto» en esta negociación, pero considera que debe «articularse» en torno a estos dos «ejes» que deben de «prevalecer» y sobre los que –ha dicho– hay un «consenso alto» entre «buena parte» de las fuerzas parlamentarias y son «razonablemente compartidos por la mayoría».
Aunque ha señalado que ni CiU ni el PP han dado una respuesta «concreta» de si apoyarán el Decreto de Ley de la negociación colectiva elaborado por el Gobierno, cree que el «resultado final será razonable» y «habrá convalidación del Decreto», tras una tramitación parlamentaria en la que el Gobierno espera contar «con la participación de todos los grupos políticos».
Gómez ha opinado que «lo que no vale es mirar a Alemania con un sólo ojo» –únicamente en lo que se refiere a sus mecanismos para mejorar la flexibilidad interna– sin tener en cuenta también que es un país «ejemplar» en la participación que otorga a trabajadores y sindicatos en la toma de decisiones dentro de las empresas.
A su juicio, tomar del modelo alemán sólo la parte relacionada con la flexibilidad interna de las empresas y no la de la participación de sus trabajadores es tomarlo «a medias».
Según ha señalado, estos son los «dos grandes polos» que deben de respetarse en el proceso parlamentario de reforma de la negociación colectiva: el «equilibrio» que, según el Gobierno de España, debe de existir entre la flexibilidad interna de las empresas y la seguridad de los trabajadores, «muy especialmente» en los momentos en los que acaba la vigencia de su convenio colectivo.
El ministro de Trabajo ha señalado que el proceso de renegociación de los convenios debe de ser «más ágil» y «más dinámico» y durante el mismo debe de existir un esquema de protección para el trabajador.
Además, y en el caso de que ese proceso termine en «desacuerdo» entre la empresa y los trabajadores, deben existir, según ha señalado, mecanismos de «arbitraje» para que sea un tercero el que «dirima» esas diferencias.
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