RRHH Digital.Por tercer año consecutivo, la Fundación Adecco presenta el estudio sobre mayores de 45 años en el mundo laboral, que basa sus conclusiones en una encuesta realizada a 1.200 parados que superan esta edad, con el objetivo de analizar sus inquietudes y necesidades profesionales.
El mercado laboral, tradicionalmente injusto y discriminatorio, acostumbra a excluir a ciertos grupos por razones como el sexo, la discapacidad o la edad avanzada. La crisis ha acentuado esta realidad, posicionando a los mayores de 45 años como uno de los grupos más afectados por la destrucción de empleo y la discriminación en los procesos de selección.
La delicada situación se refleja en las últimas cifras del Ministerio de Trabajo: si mayo de 2010 finalizó con 1.392.015 parados mayores de 45 años, este año el mes se ha cerrado con un incremento de 131.377 desempleados (9,4%), alcanzando la cifra de 1.523.392 personas sin trabajo. Ello quiere decir que el 36,3% del total de parados en España (4.189.659) supera los 45 años.
¿Por qué están en paro?
Esta es la primera pregunta que merece la pena formularse. ¿Por qué trabajadores con años de experiencia a sus espaldas empiezan a engrosar las cifras del paro? En primer lugar, porque son los primeros activos de los que prescinden las empresas cuando atraviesan dificultades, presuponiendo que los jóvenes aceptarán contratos menos estables y peor remunerados.
Esta realidad se refleja en las respuestas de los encuestados: un 93,6% perdió su empleo por despidos o Expedientes de Regulación de Empleo, frente a un minoritario 3,8% que renunció voluntariamente al trabajo que tenía y un 2,6% que se ha incorporado al mercado laboral tras un periodo de inactividad.
A pesar de la apuesta de las empresas por la mano de obra joven, esta última también se ha visto muy afectada por la crisis, encontrando serias dificultades para conseguir un primer empleo, o incluso una entrevista de trabajo. Sin embargo, la cifra de parados mayores de 45 años (1.523.392) triplica a la de los menores de 25 (450.937), en parte debido al envejecimiento de la población, pero también a los prejuicios que muchos empleadores tienen sobre la edad avanzada, y al desfase formativo que les sitúa en situación de desventaja competitiva.
Además, en el caso de los mayores de 45 años, la situación se torna aún más complicada, debido a las responsabilidades familiares con las que habitualmente cuentan. En concreto, un 71,2% de los parados encuestados tiene hijos u otros parientes económicamente a su cargo. Esta cifra asciende al 74% en el caso de las mujeres, y desciende hasta el 66,9% entre los hombres.
Parados dispuestos a todo, incluso a cambiar de ciudad
Los desempleados mayores de 45 años son conscientes de las dificultades que plantea el mercado laboral, y por ello están dispuestos a asumir ciertos sacrificios con tal de encontrar un empleo.
Así se refleja en sus respuestas: casi la totalidad de ellos (98,2%) estaría dispuesto a trabajar en un sector diferente al que trabajaba anteriormente, y un 94,6% aceptaría un empleo de cualificación inferior a su formación.
Resulta sorprendente el hecho de que, a pesar de tener responsabilidades familiares, gran parte de los mayores de 45 años ya contempla la movilidad laboral como una de las alternativas para encontrar trabajo. Así pues, más de la mitad (58,9%) estaría dispuesto a cambiar de ciudad para ello.
A la luz de estas respuestas, podemos extraer la conclusión de que la crisis ha provocado un descenso de las exigencias laborales de los parados, muy especialmente en el caso de los que tienen más edad, habida cuenta de sus responsabilidades familiares.
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