RRHH Digital. El presidente de SOS Corporación Alimentaria, Mariano Pérez Claver, ha destacado este jueves que el grupo «se enfrenta a una nueva realidad» que tiene como principal objetivo la expansión del negocio del aceite, una vez superada la «complejísima situación financiera» que ha atravesado la empresa durante casi dos años.
«La compañía ha sobrevivido a un traumático proceso de estabilización financiera que nos ha obligado a reponer capitales, a simplificar las estructuras organizativas y a prescindir de algunas actividades, como el negocio del arroz, que en otra situación habríamos mantenido», dijo Pérez Claver durante su discurso ante la junta de accionistas de la sociedad.
El presidente de la multinacional alimentaria detalló la operación de venta del negocio del arroz a Ebro Foods, que, al incluir la marca SOS, obliga al grupo a cambiar su denominación social por Deóleo.
Con esta desinversión, cerrada por 205 millones de euros, SOS vende todo el negocio del arroz, con excepción de las sociedades Arroz SOS Sevilla y otras en la Guayana francesa y SOS México; se desprende de instalaciones industriales en Valencia, Holanda y Estados Unidos y salen del grupo 431 trabajadores.
Pérez Claver repasó en la asamblea las acciones emprendidas por la compañía desde que en abril de 2009 se destituyera a los anteriores gestores, los hermanos Jesús y Jaime Salazar, por un supuesto desvío de más de 230 millones de euros, como la querella que se encuentra en fase de instrucción de prueba ante la Audiencia Nacional.
En este procedimiento, el juez impuso a los hermanos Jesús, Jaime y Roberto Salazar una fianza de 360 millones de euros y ha desestimado «todos los recursos» interpuestos por éstos. También se han dictado embargos de bienes de los tres hermanos y de diversas empresas.
Los Salazar, por su parte, han presentado querellas contra algunos miembros del consejo que la compañía considera «falsas y procesalmente fraudulentas».
Pérez Claver consideró que la intención de los anteriores gestores es «evitar que la compañía continúe ejerciendo acciones legales contra los responsables de la gigantesca defraudación padecida y que a punto ha estado de acabar con el grupo», y aseguró que el consejo no cejará en el ejercicio de acciones legales para intentar reintegrar el patrimonio de la compañía y exigir responsabilidades.
AJUSTES POR 580 MILLONES
Según indicó, tras las operaciones atribuidas a los Salazar la compañía ha tenido que realizar un conjunto de provisiones y ajustes al valor patrimonial del grupo por 580 millones de euros.
Pérez Claver, que entró en SOS en representación de Caja Madrid, agradeció el apoyo de los accionistas, que se han incrementado desde 13.000 a 23.000 inversores, y el «importante esfuerzo» realizado por las cajas de ahorros accionistas de SOS en la estabilización de la compañía, «sin cuyo apoyo –cifrado en 315 millones de euros– difícilmente habría podido mantenerse en pie el grupo».
Por otro lado, apuntó que, tras la reestructuración financiera, la compañía debe seguir realizando un control estricto sobre los niveles de deuda, los márgenes comerciales y la eficiencia en los procesos de negocio, pero confió en que a partir de ahora los administradores puedan «concentrar sus energías» en el desarrollo de los negocios para los próximos años.
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