Recursos Humanos Digital. Un 51 por ciento de los estudiantes de Medicina, encuestados en un estudio académico desarrollado en once universidades españolas, ha pensado en irse a otro país para ejercer su profesión.
Así se desprende del estudio publicado en la revista Atención Primaria de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria y en el que ha participado el doctor por la Universidad de Salamanca (USAL) Diego Bernardini-Zambrini, quien trabaja como consultor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y Juan Francisco Macías Núñez, profesor del Departamento de Medicina de la institución académica salmantina.
Según la USAL, una de las conclusiones «más relevantes» de esta investigación es que la mitad de los estudiantes de Medicina encuestados, que fueron 740 de once universidades españolas, ha pensado irse a otro país para trabajar. Entre ellos Reino Unido se sitúa como su primera opción, seguida de Estados Unidos, Canadá y Portugal.
En cuanto a las razones por las que emigrarían, 276 estudiantes señalaron como un motivo «muy importante» trabajar en «un mejor sistema de salud»; 160 de ellos eligieron como «muy importante» la opción de continuar con su formación y capacitación médica; para 269 futuros médicos la razón principal es la de trabajar en «un mejor ambiente que le permita progresar» y para 243 la razón «más importante» fue «ganar un salario mejor», tal y como recoge la información facilitada a Europa Press.
A la luz de estos resultados, Bernardini-Zambrini, en declaraciones al Área de Comunicación de la institución académica salmantina, ha expresado su convicción de que «es tiempo de empezar a pensar qué tipo de sistema de salud se quiere para un futuro donde la migración del personal sanitario es una realidad».
En los próximos 10 años, según se apunta en el artículo, «se jubilarán cerca de 50.000 médicos en España, esperándose la incorporación al mercado laboral de otros 25.000, lo que, junto con las expectativas de reducción de las jubilaciones e incremento del número de médicos, hará posible que el déficit actual se corrija en los próximos 20 años».
Con estas perspectivas, el estudio que identifica factores emocionales que predisponen a la migración de los futuros médicos, «podría ser el punto de partida para explorar y analizar más adelante las condiciones en que se forma esa nueva generación de médicos y cómo percibe el Sistema Nacional de Salud de cara a su retención en España».
Aunque «el sistema español es admirable», según ha señalado Bernardini-Zambrini, «hay que asegurarle la sostenibilidad de cara a la nueva demanda que significa el envejecimiento de la población, el aumento de las enfermedades crónicas y la mencionada migración profesional».
Así, al desvelar las intenciones de los estudiantes de Medicina de España, el estudio posibilita, según el doctor, «intervenciones tempranas en la formación del profesional que podrían modificar esas conductas o actitudes que repercuten sobre el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud».
Junto a Diego Bernardini-Zambrini y el profesor de la Universidad de Salamanca Juan Francisco Macías Núñez, han participado también en este estudio Noel Barengo, del Departamento de Salud Pública de la Universidad de Helsinki (Finlandia) y de la Unidad de Epidemiología e Investigación Clínica del Hospital de la Paz de Madrid; Ariel Bardach, del Instituto de Efectividad Clínica y Política de Salud (IECS) de Buenos Aires (Argentina); y Mina Hanna, del Charing Cross Hospital, Imperial Collage NHS Trust de Londres (Inglaterra).
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