RRHH Digital. Bajo el título Formación Dual, perspectivas en España, y dentro del Espacio de encuentro hispano-alemán 2011, se celebró el pasado martes en la Cámara de Comercio Alemana para España un seminario en el que se debatió sobre el modelo de formación profesional alemán y se comparó con el sistema español.
Según explicó Lutwin Strauch, director del área de formación de la Cámara de Comercio de Ludwigshafen, el modelo alemán dual está basado en la formación paralela en empresas y escuelas, de forma que el alumno debe desarrollar un perfil profesional y superar pruebas de contenido. El acto contó también con ponentes especializados en este ámbito como Santiago García Echevarría, profesor de la Universidad de Alcalá de Henares; José Luis García Bengoa, ex director del departamento de Formación de Confebask; Harald Jansen y Lothar Sprenzel, de los centros de formación dual de la Asociación Hispano-Alemana de Enseñanzas Técnicas (ASET) de Madrid y Barcelona, respectivamente.
Para Lutwin Strauch, el sistema dual es un modelo teórico-práctico en el que las empresas tienen un papel muy activo y cuyo principio básico es “aprender haciendo”. De esta manera, las compañías participan en el contenido y en la planificación del curso junto con las entidades docentes, así como en la financiación: la inversión que hacen las empresas es de unos 18.000 euros por año y curso. “Las empresas obtienen así el triple beneficio de poder influir en el contenido de los planes de estudio, formar su propio personal especializado garantizando su futura incorporación, y reducir a medio plazo los costes de selección de personal”, señala Strauch.
Los datos avalan el sistema de formación profesional dual: el 78% de los jóvenes que se forman en las empresas son contratados finalmente por ellas. Además, destaca los beneficios que este modelo tiene tanto para los alumnos, ya que reciben una formación cualificada y un sueldo (cobran entre 500 y 800 euros, y cotizan a la seguridad social), como para el Estado que reduce así el gasto en educación y logra disminuir la tasa de desempleo juvenil.
Las empresas alemanas invierten unos 30.000 millones anuales en el desarrollo de este sistema educativo, incluyendo aquí no sólo a las grandes compañías, sino también a las pymes, micropymes y autónomos. El modelo dual cuenta con 350 especialidades, de las que 270 corresponden a formación industrial o comercial. Según el profesor Santiago García Echevarría, de la Universidad de Alcalá de Henares, nuestro país tiene mucho que aprender de la formación profesional germana ya que ayuda a los jóvenes a “entrar directamente en el mercado laboral y a comenzar a desarrollarse profesionalmente desde los 16 años”.
Alemania cuenta con una tasa de estudiantes de formación profesional del 56%, que contrasta con el 30% de España. García Echevarría apunta además que la FP alemana cuenta con un gran prestigio a nivel internacional. Es un sistema más flexible que el español, pues el grado de especialización varía según las titulaciones.
El modelo vasco: formación compartida
Por su parte, el ex responsable de formación de la Confederación Empresarial vasca (Confebask), José Luis García Bengoa, explicó cómo en los años noventa un grupo de empresarios de la región junto con el Gobierno vasco pusieron en marcha un modelo de formación profesional basado en el sistema dual alemán: la formación compartida. Según el mismo, los alumnos pasaban dos días a la semana en la empresa y el resto en las aulas. Al principio, no contó con el respaldo de muchas empresas, pero después se dieron cuenta de que el modelo tenía muchos beneficios, siendo uno de ellos la reducción de costes en la formación y la selección de trabajadores cualificados. Los proyectos formativos han ido cambiando y adaptándose a la realidad social y económica de la última década aunque, en palabras de García Bengoa, queda un asunto pendiente: “hay poca mano de obra cualificada y en los últimos años una gran masa de trabajadores cualificados se ha ido fuera y lo va a seguir haciendo. España tiene un grave problema”.
Harald Jansen y Lothar Sprenzel, directores de los centros de formación de ASET en Madrid y Barcelona respectivamente, presentaron sus propuestas de formación, que se basan en el modelo dual de educación teórico-práctica para la formación de técnicos administrativos de transportes y banca.
Las dos últimas intervenciones corrieron a cargo de Javier Conde, subdirector de RRHH de Siemens, y Mariola Serrano, responsable de RRHH de Borgers. Ambos explicaron su experiencia con los alumnos de formación dual de ASET y se mostraron muy satisfechos con los resultados. Javier Conde apuntó que unos 450 aprendices habían pasado por la compañía tecnológica y más de 250 consiguieron un contrato en la compañía. Además, destacó que algunos de ellos comenzaron con formación de base y acabaron en niveles directivos. Mariola Serrano se centró en la cualificación que adquieren los jóvenes y en las posibilidades que ello supone para empresas como Borgers, especializada en la fabricación de material auxiliar para automóviles, así como en la necesidad de incorporar disciplinas técnicas en la formación dual.
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