RRHH Digital. CC.OO. cree que el Gobierno está demorando la integración del régimen especial de los empleados del hogar en el régimen general, que negocia con los agentes sociales, de modo «injustificado e injustificable» por «temor electoral», en las proximidades de los comicios autonómicos y municipales del 22 de mayo.
Y es que, si bien el cumplimiento de este compromiso permitirá, por ejemplo, que estos empleados, la mayor parte mujeres, vean normalizada su situación laboral y puedan acceder a una indemnización en caso de despido, también supondrá, en consecuencia, una generalización de las cotizaciones y un incremento, aunque de forma progresiva, de los costes para el empleador.
Consultado por Europa Press, el secretario confederal de Seguridad Social de CC.OO., Carlos Bravo, ha recordado que el Gobierno arrastra este compromiso desde el acuerdo de pensiones de 2006 y que incluso se ha incluido en el Acuerdo Social y Económico (ASE) del pasado mes de febrero.
Así, Bravo indica que existe una nueva oportunidad para materializar esta integración enmendando el proyecto de ley de reforma de las pensiones antes de que finalice el plazo el 31 de mayo, del mismo modo que se prevé hacer con la reforma de las mutuas. De no hacerlo, asegura, hay un «riesgo» de que las empleadas del hogar tengan que esperar hasta la próxima legislatura.
Por el contrario, Bravo recuerda que se pueden acordar fórmulas para que puedan diferirse «de forma razonable» a lo largo de varios años los costes para los cotizantes, por ejemplo, haciendo que el Estado asuma parte de las cotizaciones inicialmente con cargo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Además, recalcó que este proceso de integración en el régimen general supondría un incremento de ingresos para las arcas públicas a través del afloramiento de más de 400.000 trabajadores, que actualmente no cotizan, al no tener obligación de hacerlo, dentro de una situación paradógicamente sumergida y legal al mismo tiempo.
LAS PRINCIPALES MEJORAS
En la actualidad, hay más de 700.000 empleados del hogar en España, según la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al primer trimestre del año, de los que el 93% son mujeres y casi un tercio extranjeros. De estas personas, sólo 290.000 cotizan.
Actualmente, sólo tienen obligación de hacerlo aquellas personas que trabajen para un solo empleador durante al menos 80 horas mensuales y aquellas que trabajen para más de un empleador durante al menos 72 horas al mes entre todos ellos.
Por otro lado, existe una base de cotización única para las personas que cotizan, independientemente de sus retribuciones reales de 748,20 euros y un tipo de cotización del 22%, con lo que la cuota mensual resultantes es de 164,60 euros.
Si bien, en el caso de los cotizantes con un solo empleador, este hace frente al 18,30% del tipo de cotización y el empleado al 3,70% restante, mientras que si trabaja para más de un empleador ha de asumir el total de la cuota.
Según Bravo, los cambios están encaminados a que todos los trabajadores coticen y a que el tipo de cotización del 22% se equipare al del 28% del régimen general. Concretamente, todos los empleados del hogar cotizarían desde la primera hora y tras una periodo de adaptación lo harían por los salarios reales.
Como contrapartida a estas mayores aportaciones, se mejorará la protección social por invalidez o la cobertura por incapacidad temporal, de forma que se reducirá «sustancialmente» el tiempo que tarda la Seguridad Social en cubrir la baja del empleado desde el primer día y que actualmente es de 29 días.
Además, estos trabajadores verán normalizada su relación laboral y podrían disponer, por ejemplo, de cláusulas de revalorización salarial.
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