RRHH Digital. La innovación puede ayudar a Latinoamérica en el crecimiento económico, en aumentar la productividad, el comercio, y el bienestar de su población.
InnovaLatino: Impulsando la Innovación en Latinoamérica, es un estudio basado en una encuesta realizada a 1.500 empresas manufactureras de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Perú, y Uruguay. Dicha encuesta muestra que ciertos países en Latinoamérica cuentan con modelos de negocio y métodos de mercadotecnia muy innovadores. El informe, realizado por la Escuela de Negocios INSEAD y el Centro de Desarrollo de la OCDE, con el apoyo de Fundación Telefónica, añade que sin embargo la Región en general presenta un cierto retraso con respecto a los países de la OCDE en términos de innovación.
“Latinoamérica ha dado grandes pasos en innovación en las políticas públicas, que incluyen la mejora de la gestión macro-económica, políticas de reducción de la pobreza, así como en el sector privado, con el desarrollo de nuevos modelos de negocio” expresó Mario Pezzini, Director del Centro de Desarrollo de la OCDE. “Sin embargo, los gobiernos aún tienen que invertir más, y mejor, en innovación para aumentar la productividad y competir en mercados globales.”
Al igual que el sector privado, el sector público ha realizado grandes avances en el fomento de la innovación en Latinoamérica. Por ejemplo, Argentina ha creado un nuevo Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, el cual promete hacer más coherentes sus políticas de innovación. Chile está canalizando parte de sus mayores ingresos procedentes de las exportaciones hacia la innovación. Otros casos de experimentación se pueden encontrar en toda la región.
“La innovación no sólo es I+D en laboratorios” comenta Soumitra Dutta del eLab de INSEAD. “Este estudio hace recomendaciones a los diseñadores de políticas latinoamericanas, para que puedan establecer las condiciones idóneas para que más empresas impulsen aún más los límites de la innovación.”
Las recomendaciones de InnovaLatino incluyen:
-Aprovechar la fuerza económica de la región – recursos naturales abundantes –para aumentar la inversión destinada a la investigación y desarrollo, así como, promover la innovación verde. Actualmente la inversión pública y privada en investigación y desarrollo en América Latina presenta cierto retraso con respecto a los países de la OCDE y los emergentes poderes económicos de Asia. En promedio, América Latina gasta 0,3% de su PIB en I+D, dos puntos porcentuales por debajo del promedio de la OCDE (2,3%).
-Impulsar la innovación a través de una mejora en la educación formal y establecer vínculos entre universidades, el sector privado y otros actores. Los gastos en educación en Latinoamérica son inferiores al promedio de la OCDE, por lo que sus estudiantes se encuentran en un rango inferior dentro de las puntuaciones PISA. Aunque el 75% de las empresas encuestadas consideran que un personal cualificado es esencial para sus actividades de innovación, sólo una de cada cinco de ellas reconocen que la mitad de sus profesionales tiene formación universitaria o técnica.
-Emplear sistemas de información para dar seguimiento y asesorar políticas de innovación. El informe incluye 50 estudios de casos de liderazgo y proyectos innovadores en la Región. Por ejemplo, el estudio destaca ciertos usos innovadores de las TICs –en especial tecnologías móviles– para recopilar y difundir datos, acceder a recursos de todo el mundo y conectar con comunidades rurales y de rentas bajas para ofrecer mejores oportunidades de crecimiento y desarrollo.
América Latina se está convirtiendo en el origen de nuevas formas de innovación, que van a ser importadas por las economías más avanzadas. De hecho, según José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica Latinoamérica: “En la década actual, veremos cada vez más a las regiones emergentes proyectar hacia el mundo sus innovaciones, que son fruto de aplicar la creatividad a los desafíos sociales y tecnológicos que afrontan.”
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