RRHH Digital. El Banco de España considera que la subida salarial pactada en los convenios colectivos hasta marzo, del 3,1% frente al 1,4% del primer trimestre de 2010, es «excesiva» en plena atonía del mercado laboral, e insiste en que las cláusulas de garantía salarial «alimentan» efectos inflacionistas de segunda vuelta y «complican» la generación de empleo.
«Esta evolución salarial resulta preocupante, pues no parece acorde con la desfavorable situación del mercado laboral, si bien cabe esperar que a medida que la negociación colectiva avance, la tasa media tienda a moderarse», añade el banco emisor en su último ‘Boletín Económico’.
Así pues, el Banco de España reconoce que esta muestra de convenios es demasiado reducida aún para sacar conclusiones definitivas, puesto que casi todos los convenios registrados en este periodo corresponden a revisiones de acuerdos plurianuales en los que los incrementos de tarifas están referenciados al IPC de diciembre de 2010, del 3%. De hecho, los convenios de nueva firma en 2011 son escasos y muestran un aumento de la tarifa «más modesto», del 1,7%.
Sin embargo, a renglón seguido apunta que el reciente repunte de la inflación ha activado las cláusulas de salvaguarda, que afectan aproximadamente al 50% de los trabajadores. A su juicio, estas cláusulas «alimentan la generación de efectos de segunda vuelta (en los precios), que tienden a complicar la consecución de ganancias de competitividad y la generación de empleo».
Además, el banco emisor señala que durante el tercer trimestre se produjo una caída de la ocupación en la economía de mercado del 1,5%, algo más reducida que la del trimestre previo.
Al respecto, recalca que «transcurridos tres años desde que se iniciara este largo episodio de destrucción de empleo, los ajustes de plantilla siguen desempeñando un papel relevante en el avance de la productividad, relegando a un segundo término otros factores que deberían estar jugando un papel más activo en esta fase del ciclo».
«Todo ello revela la existencia de rigideces estructurales que están complicando el ajuste en la economía española hacia un modelo de crecimiento menos basado en la construcción», concluye.
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