RRHH Digital. El Gobierno no aprobará en el Consejo de Ministros de este miércoles el plan para aflorar empleo sumergido ante la oposición mostrada por los agentes sociales al primer borrador, pero confía en poder hacerlo en la reunión del próximo viernes 29 de abril, según informaron a Europa Press en fuentes del Ministerio de Trabajo.
Desde el primer momento, el Gobierno ha señalado que el plan sería aprobado con el acuerdo de los agentes sociales, a ser posible una vez hubiesen culminado la reforma de la negociación colectiva.
Con esta idea, el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha indicado en las últimas horas que de alcanzar un acuerdo lo «suficientemente maduro» con los agentes sociales antes de mañana, el Consejo de Ministros daría luz verde al plan.
Sin embargo, Gobierno y agentes sociales se reunieron durante toda la tarde del lunes para analizar un primer borrador remitido por el Ejecutivo el pasado viernes, 15 de abril. El resultado del encuentro fue la oposición tanto de los sindicatos como de la patronal el texto y el compromiso de abordar un nuevo borrador.
La propuesta del Ejecutivo contemplaba, entre otras medidas, un periodo de afloramiento voluntario del empleo sumergido hasta el próximo 30 de junio. Una vez terminado este plazo, las sanciones se incrementarían para las empresas que persistieran en estas prácticas irregulares.
Según los sindicatos, este primer boceto del plan contiene ventajas para las empresas y perjuicios para los trabajadores. Además, rechazan que las medidas disuasorias entren en vigor a partir del 30 de junio y no antes. Por su parte, los empresarios consideran que las sanciones que se plantean son demasiado duras.
UNA SEMANA DE CONTACTOS
Fuentes de Trabajo indicaron que de momento se mantiene abierto «el proceso de consultas», con nuevos borradores y contactos hasta la próxima semana, y precisaron que el Gobierno espera poder aprobar un plan de empleo sumergido acordado con los agentes sociales en el Consejo de Ministros del 29 de abril.
Según dijeron, todo dependerá de la marcha de las negociaciones de la reforma de la negociación colectiva pero, sobre todo, de los contactos que se sucedan con los agentes sociales. «Eso es lo más importante», zanjaron.
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