RRHH Digital. “En la Sierra Nevada de Santa Marta vivimos con miedo, nos asustan los asesinatos y las amenazas de los grupos armados, pero no queremos irnos de allí: es nuestro territorio sagrado, y cuando un Wiwa se va a vivir a las ciudades todo cambia, deja de ser él”, así resumía esta mañana Custodia Gil Sauna ante 30 empresarios cómo es vivir con miedo en su comunidad, Cherwa, una de las poblaciones indígenas que se resiste al desplazamiento a cambio de vivir entre el fuego cruzado entre grupos armados.
“Se trata de población invisible, que ni siquiera aparece en las estadísticas de desplazamientos y que vive en lugares a los que no llega el estado colombiano, rehenes de un conflicto que no es el suyo”, explica Jorge Marío Ríos Montes, técnico de seguridad alimentaria de Acción contra el Hambre en la zona. “Precisamente esta invisibilidad puede dejarnos con enormes retos humanitarios por hacer en la Sierra, ya que en abril acaba la última de nuestras financiaciones y los donantes públicos prefieren concentrarse en zonas más calientes del conflicto colombiano”, apuntaba la coordinadora social e institucional de Acción contra el Hambre en Colombia, Pilar Medina.
El Responsable de Empresas de Acción contra el Hambre, Fernando Sevillano, recordaba a los empresarios presentes en el encuentro que “la financiación de proyectos es la vía clásica de involucrar al sector privado en la lucha contra el hambre, pero no es la única: en tiempos de crisis, más que nunca, es necesario ser imaginativos, y explorar posibles acciones con clientes o empleados”.
Jessica Bermúdez, Responsable de Acción Social de Ferrovial, resumía así sus impresiones del encuentro: » En los foros de RSC siempre oímos lo importante que es darle voz a nuestros stakeholders, pero en la práctica, rara vez se hace. Esta presentación de la problemática social en Colombia que nos ha ofrecido Acción contra el Hambre es un perfecto ejemplo de buena gestión de la responsabilidad social dentro de la propia ONG. Del interesantísimo testimonio de Custodia destacaría el valor que dan las comunidades necesitadas de ayuda al hecho de estar presente en la toma de decisiones, y lo bien que trabaja Acción contra el Hambre en este sentido. Además, este desayuno nos ha dado la posibilidad de conocer las múltiples líneas de trabajo que Acción contra el Hambre tiene con empresas y coger ideas. Las empresas agradecemos este tipo de eventos ya que dan visibilidad a nuestras colaboraciones. Acción contra el Hambre se preocupa por facilitar a la empresa un retorno de su inversión y garantiza un trabajo profesional en terreno, no se puede pedir más”.
Por su parte el Director de Relaciones Académicas de Acción contra el Hambre, Fernando Navarro, experto en RSC, señalaba que “es hora de que las ONG dejen de demonizar al sector privado: hay que trabajar juntos buscando, eso sí, una complementariedad de valores y principios”. “Se ha demostrado –añadía- que la RSC es rentable empresarialmente y legítima socialmente”.
Los indígenas wiwa constituyen una de las poblaciones más afectadas por el conflicto armado. FARC y paramilitares utilizan, de hecho, estos territorios como escenarios de guerra. Rehenes de un conflicto ajeno e invisible a los ojos de la comunidad internacional, la población Wiwa desplazada o confinada tiene serias dificultades para estabilizar sus medios de vida (mas del 50% de población en inseguridad alimentaria), acceder al agua potable (más del 90% de población sin acceso a agua segura) y poder contar con una alimentación sana (aproximadamente el 60% de los niños menores de cinco años con desnutrición crónica).
Acción contra el Hambre, única organización humanitaria en la Sierra Nevada de Santa Marta, trabaja en Colombia desde 1998. Desarrolla principalmente proyectos de seguridad alimentaria, nutrición, agua y saneamiento y construcción de paz. Para ello cuenta con el apoyo de empresas como Ambilamp, Banco Santander o el Fondo de Emergencia de Obra Social Caja Madrid.
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