RRHH Digital. El secretario del Comité de Empresa de la fábrica que la empresa Sali-Cacaolat tiene en la localidad zaragozana de Utebo, Pablo Sanz, ha condicionado el apoyo a la propuesta de expediente de regulación de empleo (ERE) lanzada por los propietarios del grupo al que pertenece, Nueva Rumasa, a que el plan de viabilidad «sea claro».
«Si es claro trabajaremos por ello» y en caso contrario los sindicatos no lo aprobarán, ha advertido Sanz en un breve encuentro con los medios de comunicación este miércoles en el Edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, donde el consejero de Industria, Arturo Aliaga, ha presidido sendas reuniones con los empresarios y, por otro lado, trabajadores y ganaderos.
Según el secretario del Comité, «habrá que hacer algún esfuerzo», aunque el proceso de diálogo se acaba se abrir y el martes de la semana próxima habrá nuevos contactos formales.
La propuesta de ERE contempla la aplicación de hasta 180 días por trabajador, para que ninguno de ellos vea rebajadas sus prestaciones por desempleo, a lo largo de un año, estudiando cada área de la empresa, de tal manera que no afectaría a todos por igual.
La primera condición del Comité de Empresa es que no haya un solo despido. PabloSanz ha reconocido que «asusta» el proceso concursal en el que se ha visto inmersa esta fábrica en las últimas semanas, después de que el grupo Nueva Rumasa entrara en un proceso concursal, es decir, los antiguos concursos de acreedores, mediante los cuales un juez de lo mercantil -en este caso de Barcelona, donde hay otra planta de Cacaolat_nombra tres administradores y los dueños intentar encontrar recursos para reflotar el grupo.
La fábrica de Sali-Cacaolat dio beneficios en el ejercicio de 2010. El dirigente sindical ha apostado por mantener todo el empleo y el mismo nivel de actividad productiva, tanto en Utebo como en la planta barcelonesa, que afrontan este proceso juntas.
El ERE permitiría a los propietarios de Nueva Rumasa afrontar los pagos de «suministros importantes», entre los que ha mencionado el azúcar y el cartonaje. Sanz ha reconocido que «un ERE temporal no es bueno».
«Si empezamos a producir a unos volúmenes bajos, pero vemos que el engranaje vuelve a funcionar, habrá una receptividad» por parte del Comité de Empresa, ha insistido el secretario del mismo, quien ha recalcado que «lo que no puede ser irnos a casa como estamos ahora, parados, entonces sí que nos opondremos».
Por su parte, el consejero Arturo Aliaga ha explicado que este martes hubo un primer encuentro con los administradores concursales «para poner sobre la mesa que la empresa está intervenida, hablando claro».
«Hay que explicar muy bien al Comité cuál es el plan de viabilidad que pretenden presentar a los administradores concursales», ha continuado Aliaga, quien ha remarcado que es preciso mantener todos los puestos de trabajo.
Precisamente, al iniciarse el proceso concursal «se pueden empezar a tomar decisiones concretas buscando la viabilidad» de la planta de Utebo junto con la de Barcelona, ha dicho Aliaga.
«Deduzco que hay un cierto entendimiento» entre patronal y trabajadores, ha señalado el consejero, quien ha abogado por propiciar un «acuerdo» entre ambas partes y «tomar decisiones pensando a largo plazo».
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