Recursos Humanos Digital. Uno de cada cien jóvenes españoles es un ‘ni-ni’, según un estudio presentado por el director general del Instituto de la Juventud (Injuve), Gabriel Alconchel, una cifra que supone el 1,06 por ciento del total y que demuestra que «se está transmitiendo la falsa idea a la sociedad sobre una generación de vagos e indolentes, degradando la imagen social de la gente joven».
El texto, bajo el título ‘Desmontando a ‘ni-ni’. Un estereotipo juvenil en tiempo de crisis’, concreta que, «en la actualidad, de los más de 7,5 millones de jóvenes entre 16 y 29 años sólo 80.358 estarían en esta situación de desorientación», siendo la franja entre los 20 y los 24 años la que menos motivación presenta a la hora de asumir un rol social. Para Alconchel esto significa que «no hay una generación perdida, sino una minoría poco motivada», pese a que en los últimos años se haya creado «de manera intensa y generalizada, la imagen deformada del colectivo juvenil».
«Tenemos una juventud más formada, más preparada y más pragmática que nunca, conectada a la red, con una alta consideración de sí mismos y, por lo tanto, preparada para afrontar una situación de crisis como la que vivimos», ha apostillado.
En el acto, también ha estado presente el director del estudio y profesor de sociología de la Universidad Complutense de Madrid, Lorenzo Navarrete, quien ha centrado su discurso en explicar los parámetros en los que se han basado para extraer de la Encuesta de Población Activa (EPA) las cifras concretas del colectivo ‘ni-ni’ ya avanzadas.
Así, ha apuntado que se trataría de un grupo de jóvenes, de entre 16 y 29 años, con una características comunes: no están ocupados, declaran no estar buscando trabajo y no tener deseo de buscarlo, no están afectados por una regulación de empleo ni muestran incapacidad o enfermedad que les impida buscar empleo, tampoco cursan estudios ni reciben información, no tienen pensado acceder a una formación de forma inmediata, no realizan trabajos no remunerados de tipo benéfico o asistencial y no tienen a su cargo el cuidado de familiares dependientes.
JÓVENES EN PARO SE REENGANCHAN A LOS ESTUDIOS
Navarrete ha tomado como referencia los datos de la EPA para explicar que en los últimos quince meses el paro juvenil se ha incrementado del 28 al 32 por ciento, sin embargo, aclara que se ha potenciado el flujo hacia las tareas del hogar o hacia los estudios, en este último caso creciendo en un 36 por ciento, lo que podría significar, según el director del estudio, que éstos «se están preparando para el futuro».
De esta forma, asegura que desde el tercer trimestre de 2009 hasta el cuatro trimestre de 2010, el número de jóvenes que cumplen los parámetros propios de la desorientación ‘ni-ni’ va reduciéndose «significativamente», de los 136.696 a los 80.358 del último recuento.
Así, Navarrete ha concluido que este colectivo se presenta como un grupo «muy poco relevante desde el punto de vista poblacional» y con un perfil demográfico que tampoco presenta rasgos específicos que les diferencien claramente en la población joven en general. Además, ha criticado que se haya creado en torno a éste una «imagen caricaturesca».
Por último, el director general del Injuve ha reconocido que existe el riesgo de exclusión social para esta minoría y ha reclamado la atención de la familia, como uno de los modos de hacer frente a esta realidad, para que sean «más exigentes» con sus hijos, transmitiéndoles que «no todo vale».
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