RRHH Digital. La plantilla de Clesa en Caldas de Reis (Pontevedra) ha vuelto a concentrarse este viernes ante las puertas de la fábrica «en defensa de los puestos de trabajo». Aprovechando un ‘parón’ de la actividad pactado con la dirección, más de un centenar de personas, según fuentes del comité de empresa, ha reclamado el mantenimiento de la actividad en las instalaciones de la parroquia de Saiar.
La nueva movilización, que se ha prolongado algo más de media hora, desde las 11.00 horas, se produce un día después de que los trabajadores registraran ante la Consellería de Traballo, este jueves, la solicitud del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) temporal por el que han optado.
Han decidido por seguir esta vía en Galicia –sin adherirse a los procesos regulatorios de otros compañeros, como los de la fábrica de Madrid– debido a «la difícil situación económica» de los 150 empleados de la comunidad, a los que la dirección adeuda tres mensualidades que al finalizar marzo serán ya cinco –las nóminas de enero, febrero y marzo y dos pagas extraordinarias–.
Además, de carácter temporal y rotatorio, el ERE se pide con el objetivo de que las 150 familias puedan cobrar –al margen de los 10 contratos eventuales que fueron rescindidos–, pero con la vista puesta en que alguna iniciativa empresarial se haga con la planta y «poder prescindir pronto» de él, en palabras de la presidenta del comité de empresa, Dolores Ramos.
Precisamente con esta finalidad, miembros del comité de empresa se reúnen este viernes en Pontevedra con el conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra, y la directora xeral de Innovación e Industrias Agrarias e Forestais, Alejandra Alvarez de Mon Rego.
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