RRHH Digital. La secretario de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez, ha defendido este lunes que vincular la subida de los salarios a la inflación, en contra de lo que defiende Alemania, es «esencial» para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores y «dinamizar el consumo». Rodríguez ha reclamado además que se respete la negociación entre patronal y sindicatos como instrumento para fijar los salarios.
La canciller alemana, Angela Merkel, quiere que, como parte de un nuevo Pacto de Competitividad para prevenir crisis de deuda, los países de la eurozona desvinculen los salarios de la evolución de la inflación. El presidente permanente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, ha suavizado las propuestas alemanas pero aún así pide vincular salarios a productividad y mejorar los mecanismos de indexación.
«No es que seamos contrarios a la propuesta alemana. (…) Lo que está proponiendo en este momento Alemania está ya en nuestro sistema salarial», ha sostenido la secretaria de Estado en declaraciones a la prensa a la entrada de la reunión de ministros de Empleo de la UE. En este sentido, ha subrayado que en España hay «moderación salarial» y que patronal y sindicatos alcanzaron un acuerdo el año pasado para limitar las subidas a entre el 1% y el 2% en 2011.
Este acuerdo, ha proseguido Rodríguez, establece que «las subidas salariales en nuestro país tendrán una parte vinculada al crecimiento de la inflación, fundamentalmente para mantener el poder adquisitivo de los salarios, que es un elemento esencial para dinamizar el consumo de nuestra economía». «Pero también se dice expresamente que están vinculados a los incrementos de productividad», ha precisado.
En todo caso, la secretaria de Estado de Empleo ha defendido que «deben respetarse los marcos de negociación colectiva europeos cuando se está hablando de la determinación de los salarios». «La vinculación de los salarios a la productividad o la vinculación del incremento salarial a los elementos de inflación deben ser vinculaciones que se traten en el marco de la negociación colectiva de los distintos países europeos», ha insistido.
En este sentido, el Rodríguez ha señalado que el Gobierno «no contempla un escenario diferente a que haya un acuerdo entre organizaciones sindicales y empresariales que modele la reforma de la negociación colectiva» antes del 19 de marzo». «Ese es el único escenario que en este momento contempla el Gobierno», ha remachado.
EJEMPLO DE LAS PENSIONES
El Gobierno considera que la reforma de las pensiones pactada con los agentes sociales, que retrasa la edad de jubilación hasta los 67 años, «perfectamente encaja en las directrices que hoy está marcando la UE y con toda probabilidad en las directrices que se marquen también en el Pacto de Competitividad».
Al mismo tiempo, la secretaria de Estado ha subrayado que la reforma incluye «importantes matizaciones», como las excepciones que permiten jubilarse a los 65 años o el derecho a jubilarse a los 63, que hacen que «sea una reforma social y una reforma que está en la línea europea pero también con una importante alma social».
«Para nosotros es muy importante señalar hoy en este Consejo que nuestra reforma del sistema de pensiones no ha sido unilateral por parte del Gobierno sino que procede de un acuerdo con las organizaciones sindicales y empresariales», ha indicado Rodríguez, que ha destacado que España es uno de los pocos países que la UE que ha conseguido este pacto.
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