Sólo un 11,3% de los funcionarios está realmente interesado en ascender laboralmente

RRHH Digital. El grado de satisfacción en su puesto laboral y la posibilidad de promoción en el trabajo son aspectos que condicionan la situación profesional de los empleados, aunque pueden existir diferencias en función de la contratación. Randstad, líder en soluciones de recursos humanos, ha recopilado la opinión de 48.158 trabajadores en 24 países estudiados a través del informe “Randstad Workmonitor” y en esta ocasión se ha centrado en los empleados públicos.

En primer lugar destaca que sólo un 11,3% de los funcionarios españoles está realmente interesado en ascender profesionalmente. Frente a este dato, un 54,7% de los empleados públicos no se plantea promocionar en su actual puesto de trabajo y el 44% restante se muestra indiferente ante esta posibilidad.
Esta falta de motivación hacia un ascenso también coincide con la escasa necesidad de hacer algo diferente. Un 53,3% de funcionarios expresan que no tienen la necesidad de hacer algo diferente en su puesto de trabajo, frente al 8,7% que sí declara estar buscando un cambio de actividad. El 38% restante se muestra indiferente ante esta pregunta.

Tal y como sucede en el caso español, la mayoría de los empleados públicos en el ámbito internacional no están centrados en una promoción. Tal sólo destaca India como el país donde claramente los funcionarios están pensando en mejorar su situación actual, así como en México. Por el contrario, los países nórdicos muestran índices muy bajos de cambio profesional: Noruega (4,4% de funcionarios quiere promocionar), Dinamarca (5,9% piensa en ascender) y Suecia (6,3%).

Esto se puede explicar en base a que los trabajadores de la Administración Pública son conscientes de que en general sus empleos son puestos inmóviles, donde las posibilidades que existen para promocionar o cambiar de tareas una vez llegan a su puesto son reducidas. Sin embargo, para acceder a estos empleos hay que pasar previamente por un largo proceso que conlleva un gran sacrificio y una gran competitividad con otros profesionales.

De ahí que, una vez alcanzan su puesto, se sitúen como los empleados más satisfechos. Tanto es así que los empleados públicos son quienes muestran tasas mayores de “alta satisfacción”. En concreto, un 22,7% de los consultados en España reconoce que está muy satisfecho con su actual empleo y hasta un 46,7% está “satisfecho”. Es decir, prácticamente siete de cada diez trabajadores de la Administración Pública en España se encuentra realmente motivado con su puesto (69,4%).

Tal y como sucede en España, la tónica general entre los trabajadores públicos es de una alta satisfacción en todos los países estudiados por Randstad. El nivel de satisfacción es claramente alto en países como India (82,4%), Holanda (79,5%), Noruega (79%) o México (78,2%) y destacan especialmente los niveles de alta satisfacción de los países nórdicos.

Parece obvio que la seguridad laboral puede ser un factor determinante en el empleo, por encima de otros factores, como el salario o la responsabilidad del puesto. Este factor podría estar más acuciado por la crisis, que ha provocado que los empleados valoren más positivamente su permanencia laboral.

Los empleados públicos también piensan en su desarrollo

A raíz de estos datos todo indicaría que los funcionarios no están pensando en desarrollarse profesionalmente, pero nada más lejos de la realidad.

Un 70,6% de empleados públicos españoles ha recibido algún de tipo de curso o acción formativa durante 2010, frente al 61,2% del total de trabajadores por cuenta ajena. Además, un 52% opina que recibe estímulos por parte de su Administración para ejercer este desarrollo (frente al 49,3% del total de trabajadores).

Y es que, aunque no son críticos con sus tareas o con sus posibilidades de ascender profesionalmente, los empleados públicos sí lo son con su desarrollo profesional. Para un 92,2% de consultados por Randstad en España, la Administración Pública debería hacerse cargo de su desarrollo profesional. Este dato pone de manifiesto que los trabajadores públicos aunque son conscientes de sus escasas posibilidades de movilidad funcional en su puesto, sí muestran deseos de crecer y mejorar laboralmente a través del reciclaje y de la formación.

Más de diez años en el servicio público

Por último, destaca que un 34,1% de funcionarios españoles consultados por Randstad lleva más de 20 años trabajando en el mismo puesto y hasta un 22,9% lleva entre 11 y 20 años trabajando para la Administración Pública. 
Estas cifras son completamente distintas en el caso de los trabajadores por cuenta ajena, donde el grupo mayoritario lo conforman los empleados que llevan en la misma empresa entre 3 y 5 años.

La permanencia en el empleo es un hecho generalizado entre los funcionarios de todos los países estudiados, en especial en el caso de Argentina, Canadá o Alemania, donde un tercio de sus trabajadores lleva más de 20 años trabajando para la Administración.

Conclusiones

Los datos recogidos por Randstad vienen a indicar la preocupación constante de los empleados públicos por la seguridad en el puesto de trabajo y la posibilidad de desarrollar ampliamente su crecimiento personal les hace situarse como los trabajadores más satisfechos con su puesto de trabajo.

De hecho, es evidente la importancia que confieren a su vida personal. Un 83,3% de funcionarios españoles reconoce que consigue un buen balance entre vida personal y profesional y un 80,4% no considera que su vida personal supone un obstáculo en su carrera laboral.

Otros factores, como la formación, el desarrollo, la posibilidad de acceder a un ascenso o incluso el salario no aparecen como definitivos a la hora de valorar su puesto o a su empleador. Esto debe indicarnos que “la felicidad en el puesto de trabajo” no está siempre ligada a aspectos puramente materiales, sino a un compendio de situaciones y circunstancias más subjetivas y personales.