RRHH Digital. Han pasado 30 años del intento de golpe de Estado en nuestro país, un aniversario que ha dado lugar a numerosas iniciativas institucionales y que ha provocado no pocos reportajes y opiniones de los medios de comunicación con un denominador común: el exclusivo protagonismo de las fuerzas políticas en los eventos conmemorativos y en ocasiones, el recurso a cualificados testimonios de personas acerca de aquellos momentos. Es en este contexto, en el que CCOO y UGT han decidido hacer pública la siguiente declaración:
“Los acontecimientos vividos como consecuencia de la intentona golpista del 23 de febrero de 1981 y la explicación de lo sucedido 30 años después, nos lleva a expresar una posición crítica con el perfil de la acción institucional organizada al efecto, al ignorar el relevante papel del movimiento sindical antes, durante y después del asalto del Congreso de los Diputados por fuerzas de la Guardia Civil, lideradas por el coronel Tejero. El movimiento sindical fue la primera fuerza social de la democracia en difundir una declaración condenando la intentona golpista, y ofreciendo su colaboración al entonces director de la Seguridad del Estado y durante 14 horas jefe de la Comisión Permanente de secretarios de Estado, Francisco Laína, para defender la Constitución y la democracia.
La trascendencia de los hechos y la imprescindible necesidad de explicar a la ciudadanía y a las generaciones más jóvenes lo ocurrido el 23 de febrero de 1981, nos lleva a reivindicar la resistencia democrática protagonizada por la sociedad civil y de manera singular, por los sindicatos. En la información y condena producida en la inmensa mayoría de los centros de trabajo, en la organización de la respuesta al intento de golpe, y en la convocatoria de lo que sería la masiva manifestación del 27 de febrero de 1981, la participación de los sindicatos resultó determinante y es una irresponsabilidad interpretar aquellos hechos sin hacer referencia al movimiento sindical.
En este sentido, CCOO y UGT quieren hacer constar su legítima reivindicación del combate por la libertad y los intereses de los trabajadores, incluso cuando aquella fue secuestrada por la dictadura, o como en el intento de golpe de Estado de 1981, en el que asumieron su función de organizaciones democráticas contribuyendo a la recuperación de la normalidad y estabilidad institucional. Se falta a la verdad y se atenta contra el devenir de la historia más reciente de nuestro país, improvisando una crónica de los hechos acaecidos en torno al 23 de febrero, en la que se obvia la intervención del movimiento sindical, junto al resto de las fuerzas políticas democráticas, en defensa de la libertad y la Constitución”.
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