Recursos Humanos Digital. La Seguridad Social concedió en 2010 un total de 103.544 aplazamientos en el pago de cuotas a empresas y trabajadores autónomos, cifra que supone un 12,9% más respecto al año 2009, según el balance de gestión presentado este miércoles en rueda de prensa por el director general de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS), Javier Aibar.
Así, destacó que, gracias a estos aplazamientos, las empresas han podido normalizar su situación y mantener los puestos de trabajo. Para ello, ha explicado que la Seguridad Social ha flexibilizado los criterios para conceder aplazamientos, adaptándolos a cada tipo de empresa, ya sean pequeñas, medianas o grandes.
Para que las empresas puedan aplazar el pago de cuotas al sistema deben constatar su viabilidad y demostrar que sus problemas son coyunturales y no de carácter estructural. Aibar señaló además, que pese al incremento del número de aplazamientos, el importe demorado en 2010 se ha reducido un 20,3%, hasta los 6.071,3 millones de euros, hecho que se explica porque la mayor parte de la deuda que se ha pedido aplazar, hasta un 94,9%, corresponde a pequeñas y medianas empresas y se ubica en el tramo de hasta 30.000 euros.
Durante los años de la crisis (desde 2007 hasta 2010), los aplazamientos empresariales a la Seguridad Social han crecido un 101,9% debido a las dificultades económicas de las empresas. Sin embargo, Aibar cree que en 2010 «ya se ha tocado techo» en cuanto a los aplazamientos, de manera que este año espera que se reduzcan «con toda seguridad» el número de empresas que los solicitan.
Los aplazamientos en el pago de cuotas forman parte de las actuaciones preventivas que desarolla la TGSS para evitar que las empresas caigan en una situación irregular. Pero hay más. La Seguridad Social realiza un seguimiento mensual de grandes y medianas empresas que llevan al corriente sus pagos para detectar la aparición de posibles descubiertos puntuales. En esos casos, se pone en contacto con la empresa para poder conocer en tan sólo seis días cuáles son sus problemas de tesorería y ofrecerle soluciones para regularizar su situación.
Durante 2010, la Seguridad Social ha efectuado este seguimiento sobre 94.218 empresas, un 1,3% más que en 2009 y un 263,7% más respecto a 2003. Cerca del 77% de las empresas que el año pasado generaron un primer descubierto lograron normalizar su situación, bien aceptando el pago total o parcial de la deuda o consiguiendo un aplazamiento.
RÉCORD EN RECAUDACIÓN EJECUTIVA
Por vía ejecutiva, la Seguridad Social logró en 2010 recaudar 1.578,4 millones de euros, cifra que supone un 8,6% más que en 2009 y que es la más elevada desde 1988. Aibar explicó que este crecimiento se debe a la mejora de la gestión, al avance de las aplicaciones informáticas que facilitan el seguimiento de la deuda y al reforzamiento de la colaboración con otras entidades públicas o privadas, como la Agencia Tributaria y la Inspección de Trabajo.
Además de la recaudación en vía ejecutiva, dentro de las actuaciones correctivas desarrolladas por la Seguridad Social se incluyen los embargos. En 2010, se efectuaron más de tres millones, un 12,9% más que en 2009. Este repunte obedeció al crecimiento de los embargos de cuentas corrientes (+20,5%) y de salarios, pensiones y otras prestaciones económicas (+9,9%), ya que los embargos a inmuebles y a vehículos y embarcaciones disminuyeron un 14,2% y un 10,5%, respectivamente.
También dentro de estas actuaciones correctivas se incluyen el control de bonificaciones de cuotas y las derivaciones de responsabilidad para el pago de la deuda. Aibar ha señalado que en 2010 se realizaron 128.412 reclamaciones a empresas por fraude o uso indebido de una bonificación por un importe total de 33,4 millones de euros.
Las derivaciones de responsabilidad son aquellas en las que se trata de eludir el pago al sistema tratando de que la deuda pase a un segundo sujeto. Es el caso, por ejemplo, de un grupo de empresas que decide cargar la deuda sobre una empresa concreta para evitar el pago de las demás. En 2010 se emitieron 19.801 derivaciones de responsabilidad, un 9,1% más, reclamándose por esta vía deudas por valor de 584 millones de euros.
La Seguridad Social, en colaboración con otras entidades, también desarrolla actuaciones para el control y la prevención del fraude, efectuando seguimientos sobre sectores concretos, como la construcción, la hostelería o el comercio.
En el último año, Aibar ha indicado que se ha detectado un notable incremento de empresas ficticias que buscan defraudar a la Seguridad Social, por ejemplo, simulando el alta de un trabajador para conseguir asistencia sanitaria gratuita, el permiso de trabajo o prestaciones o subsidios por desempleo.
LA MOROSIDAD ESCALA AL 2,50%
En total, la tasa de morosidad a la Seguridad Social se situó al cierre de 2010 en el 2,50%, un dato que Aibar ha considerado «aceptable» teniendo en cuenta la actual situación económica y que confía en reducir «de manera importante» durante este año.
A pesar de ello, esta tasa es medio punto superior a la de 2009 y es la más alta en, al menos, una década, si bien es casi tres veces inferior a la morosidad que sufrió la Seguridad Social en la crisis de 1993 (6,02%).
La explicación por la que existe tanta diferencia entre ambas crisis es, según Aibar, que las deudas que se contraen con el sistema «no son ya ingobernables» pues se tiene medios más potentes para detectar y prevenir comportamientos fraudulentos.
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