Recursos Humanos Digital. Los secretarios de Acción Sindical de CC.OO. y UGT, Ramón Górriz y Toni Ferrer, han asegurado que en el guión que han trazado sindicatos y empresarios para abordar la reforma de la negociación colectiva no está incluido el referenciar los salarios a la productividad y no a los precios, una cuestión que en las últimas semanas está dando mucho de qué hablar a raíz de la propuesta de la canciller alemana, Angela Merkel.
Tanto Górriz como Ferrer, en declaraciones a Europa Press, han insistido en que esta materia no figura en la agenda de la reforma de la negociación colectiva y han afirmado además que la CEOE tampoco lo ha puesto sobre la mesa.
«Tenemos acordado el guión y esto no está», ha subrayado Górriz. «De lo que se está hablando en la reforma de la negociación colectiva es de las reglas del sistema, de su regulación jurídica, no de sus contenidos», ha añadido Ferrer.
Sindicatos y empresarios tienen de plazo hasta mediados de marzo para llegar a un acuerdo sobre la reforma de convenios. Si no lo consiguen, el Gobierno está dispuesto a legislar. Górriz espera que el Ejecutivo no haga ninguna locura si el pacto bilateral no es posible.
Ferrer, por su parte, ha dejado claro que las intenciones alemanas de incluir el binomio salarios-productividad en un posible pacto de competitividad europeo incumplirían las reglas de juego de la UE, pues el Tratado de la Unión excluye precisamente las políticas salariales.
Por si acaso, ambos dirigentes sindicales añaden un dato más: si el Gobierno ‘metiera mano’ al modelo de determinación salarial por su cuenta y riesgo estaría yendo en contra de lo pactado con empresarios y sindicatos en el reciente acuerdo económico y social, donde se reconoce expresamente la autonomía de ambas partes en materia de negociación colectiva. «Sería una injerencia», avisa Ferrer.
EL MODELO ESPAÑOL FUNCIONA BIEN
En el fondo, los sindicatos no entienden a qué viene tanto revuelo con el tema de la productividad, pues en España es un factor que se ha tenido en cuenta desde hace más 30 años en el modelo salarial.
Lo que sí creen es que ahora se ha sacado a colación porque el objetivo no es otro que producir una devaluación de los salarios. «Como no se puede hacer con la moneda, ahora se quiere hacer con los salarios», explica Ferrer. ¿Y cómo hacerlo? Pues dejando de vincular los aumentos salariales a los precios y referenciarlos a la productividad, un concepto de muy difícil medición.
Górriz señala que, si se quiere hacer algo así, los salarios tendrían que indexarse, por ejemplo, a los beneficios empresariales. «Pero ahí los datos cantan, porque incluso en época de crisis los beneficios empresariales han crecido pese a que los salarios se han reducido», ha añadido. En suma, a las empresas tampoco les saldría mucho a cuenta.
En España, los salarios en convenio se pactan teniendo en cuenta la previsión de inflación y el reparto negociado de la productividad, con cláusulas de revisión salarial para compensar las posibles pérdidas de poder adquisitivo. «Es un fórmula que en España ha funcionado perfectamente, más allá de los ciclos económicos», ha defendido el responsable de UGT.
Su homólogo en CC.OO. cree que, después de todo lo vivido estos años, los gobernantes aún no se han enterado de lo que no hay que hacer en una situación de crisis. «No han aprendido bien que del pozo no se sale cavando más el hoyo, que no se va a salir debilitando los salarios», ha concluido.
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