RRHH Digital. El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, se ha mostrado partidario de que los salarios incorporen «mejor» la productividad y de que se tenga más en cuenta la situación de cada empresa y sus resultados en la política retributiva, pero todo ello sin que los sueldos pierdan demasiado poder adquisitivo.
«En circunstancias de crisis, los salarios deben ceder una parte de poder adquisitivo para que las empresas recompongan sus resultados. Pero los precios no pueden estar alejados tampoco de cómo se conforman los salarios«, ha afirmado Gómez en declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press.
El ministro cree que las diferencias que mantienen en este tema sindicatos y empresarios no serán un problema para que se entiendan y ha destacado además que la fórmula salarial que lleva implantada en España los últimos 25 años (salarios ligados a productividad y a inflación futura) vino muy bien para rebajar las altísimas tasa de inflación existentes a finales de los 70 y principios de los 80, que llegaron a alcanzar incluso el 30%.
Para el ministro, la diferencia entre España y Europa en esta cuestión no es si se tiene en cuenta o no la productividad (porque en España siempre ha sido una referencia salarial), sino que en el resto de países europeos se negocian los sueldos con respecto a la inflación pasada y en España se hace con la inflación futura.
Esta norma salarial, ha dicho Gómez, no genera problemas cuando los precios no suben demasiado, pero cuando hay sorpresas y se incrementan demasiado es cuando aparecen las dificultades. Pero el ministro ha recordado que, ante esta situación, los convenios colectivos contemplan cláusulas para recuperar en parte el poder adquisitivo.
Gómez ha advertido de que si en España perdemos la forma de negociar los convenios con respecto a la inflación futura, al final se terminará negociando sobre la inflación pasada, como en el resto de Europa, pero esa forma de negociar los salarios, ha precisado, «también incorpora siempre dificultades para reducir la inflación».
«Nuestra fórmula de revisar los salarios no es ostensiblemente peor que la que se tiene en el conjunto de los países europeos. En el pasado, cuando teníamos una altísima inflación, esa fórmula nos ha permitido ir rebajando la inflación», ha enfatizado.
Los comentarios están cerrados.