RRHH Digital. Sindicatos y empresarios se reunirán hoy para fijar el calendario y la agenda de temas de la reforma de la negociación colectiva, según han confirmado a Europa Press en fuentes sindicales. Ambas partes tienen de plazo hasta mediados de marzo para tratar de alcanzar un acuerdo si no quieren que el Gobierno legisle sobre esta materia.
Aunque el acuerdo no es imposible, ya de partida existen algunos escollos, como la llamada ‘ultraactividad’ de los convenios, o lo que es lo mismo, la prórroga automática de los mismos en ausencia de un nuevo convenio.
Los empresarios siempre han querido desahacerse de la ‘ultraactividad’ pero se han encontrado con el rechazo frontal de los sindicatos. También quieren que existan cláusulas de descuelgue generalizadas, no sólo en el apartado salarial, cosa que tampoco se ve con buenos ojos desde el banco sindical.
El pasado mes de octubre, cuando Gerardo Díaz Ferrán todavía ocupaba la Presidencia de la CEOE, las organizaciones empresariales hicieron llegar a CC.OO. y UGT su propuesta para la reforma de la negociación colectiva, con el visto bueno de su Junta Directiva.
Entre otras medidas, CEOE y Cepyme planteaban que pueda permitirse a las empresas un «descuelgue general» de los contenidos de los convenios colectivos y no sólo de los salarios pactados.
En su documento de propuestas, las organizaciones empresariales se quejabam de la «rigidez y resistencia al cambio» que ha demostrado tener el sistema de negociación colectiva, hecho que atribuían «posiblemente» a conceptos como la ‘ultraactividad’ y el descuelgue, que dificultan, en su opinión, el poder tener unos convenios colectivos más adaptados a las necesidades actuales de las empresas.
«La reforma del sistema de negociación colectiva es factible si dotamos al mismo y a sus contenidos de la flexibilidad que hoy carecen», aseguraban las organizaciones empresariales.
Para introducir más flexibilidad en el sistema, los empresarios afirmaban que, una vez en vigor la reforma laboral, «habría que profundizar en la necesidad de un descuelgue general en los contenidos del convenio», y no simplemente limitar este descuelgue a los salarios.
Actualmente, la ley permite a las empresas sujetas a un convenio sectorial acogerse a la cláusula de inaplicación salarial, mediante acuerdo, cuando su situación y perspectivas económicas pudieran verse dañadas con su aplicación y que asimismo afecte al mantenimiento del empleo.
SALARIOS Y PRODUCTIVIDAD
Ahora, otro debate ‘se ha colado’ en medio de esta negociación: el de si los salarios pactados en convenio deben vincularse más a la productividad y dejar de tomar como referencia la inflación futura, sustituyéndola por la inflación pasada.
Los empresarios, por boca de su vicepresidente primero, Arturo Fernández, han asegurado que ligar los salarios a la productividad es «importantísimo e imprescindible» y, aunque ha reconocido que es un tema «complicado», ha pedido a los sindicatos que miren esta cuestión «con buenos ojos». «Sé que es difícil, pero seguro que podemos llegar a arreglos», dijo ayer.
Los sindicatos, por su parte, se han negado a desvincular los salarios del IPC y alegan que en España los sueldos ya están ligados a la productividad.
El ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, se ha mostrado partidario de que los salarios incorporen «mejor» la productividad y de que se tenga más en cuenta la situación de cada empresa y sus resultados en la política retributiva, pero todo ello sin que los sueldos pierdan demasiado poder adquisitivo.
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