Recursos Humanos Digital. El presidente de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Camilo Cela y el secretario de Comunicación del sindicato, César Cabo, se han personado esta mañana ante la Fiscalía General del Estado para entregar dos cartas en las que solicitan que se investigue si fueron espiados por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) durante los días en que provocaron el cierre del espacio aéreo, y han asegurado que los hechos vividos los pasados 3 y 4 de diciembre no se repetirán porque no hay «ningún fantasma de huelga» por su parte.
«No hubo huelga el día 3 y no hay ningún fantasma en el futuro, y tanto si las negociaciones resuelven el día 31 el problema o el arbitraje lo hace en febrero, la situación laboral está cada vez más cerca de resolverse, con lo cual no refleja en absoluto ni lo que ocurrió ni lo que puede ocurrir», ha manifestado Cabo.
No obstante, el portavoz de los controladores ha reconocido que la negociación va «lenta» y ha señalado que AENA podría «no tener ganas de resolver el problema», por lo que ha confiado en que el arbitraje, que entrará en funcionamiento el día 1 de febrero, «pueda resolver satisfactoriamente» el conflicto laboral a cuenta del convenio colectivo.
Asimismo, estimó que el conflicto debería estar resuelto «en menos de un mes o mes y medio» e insistió en que lo que pasó los días 3 y 4 de diciembre fue una «situación caótica» provocada por un decreto que recorta derechos laborales y no una huelga, corrigiendo así la información recogida por la revista ‘Vanity Fair’, al considerar que sus palabras se han malinterpretado.
Con las miras puestas en el arbitraje, Cabo confirmó que aún quedan «prácticamente» todos los asuntos por discutir y mostró su incomprensión ante la labor llevada a cabo por los abogados de AENA, aunque dijo ser «optimista» y afirmó que el proceso será «satisfactorio para ambas partes».
SE SIENTEN «VIGILADOS»
Respecto a las cartas presentadas a título personal en la Fiscalía General del Estado, Cabo aseguró que el motivo de su entrega era que el colectivo al que representa se siente «vigilado» y pidió que se investigue si ha habido irregularidades por parte del CNI, porque para ellos se trata de una situación «incómoda» que no comprenden.
Preguntado sobre si acudirán más controladores a entregar sus cartas, el portavoz dijo que las informaciones publicadas en prensa afectaban «sólo a tres miembros del sindicato», y explicó que el tercero de ellos, Daniel Zamit, no ha asistido por motivos personales, pero se personará en la Fiscalía «más adelante».
Por último, Cabo fundamentó su petición de «amparo» únicamente en las informaciones publicadas por la prensa, al considerar que hay una duda «razonable» al respecto, e insistió en que se debe investigar ese posible espionaje, dado que no sólo es importante para ellos, sino también para «el resto de los españoles».
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