Recursos Humanos Digital. La nube de incertidumbre que se cierne sobre la economía española no parece el escenario ideal para llevar a cabo fusiones y adquisiciones, aunque, sin embargo, no ha sido un obstáculo para muchas de las principales empresas del país a la hora de cerrar grandes y, en algunos casos, «audaces» adquisiciones en el extranjero durante los últimos meses, según apunta ‘The Wall Street Journal’, que sugiere que esta pujanza en el exterior refuerza aquellas opiniones que defienden la existencia de diferencias fundamentales con otras economías del euro sometidas a la presión de los mercados.
De hecho, el diario destaca que este relativamente sólido entorno en España para las operaciones corporativas tiene lugar en un periodo de pesimismo en el que el déficit del país respecto al PIB alcanzó dobles dígitos, mientras el precio de las propiedades inmobiliarias se desplomaba, con el consiguiente impacto en la banca, especialmente en las cajas de ahorros.
En este sentido, ‘TWSJ’ recuerda las similitudes existentes entre España e Irlanda, que habían alimentado el temor a que el destino de ambos países fuera también igual.
Asimismo, señala que el Ibex 35 se dejó un 13% en el último año y apunta que la confianza de los inversores en renta variable suele ser un buen indicador de la actividad corporativa en el campo de las fusiones y adquisiciones, con subidas de los mercados cuando aumenta la actividad de las empresas. Sin embargo, el periódico subraya que «este vínculo parece haberse roto en España».
Según los datos proporcionados por la consultora Dealogic, las empresas españolas cerraron en 2010 acuerdos valorados en 88.200 millones de dólares, frente a los 33.700 millones de dólares de 2009, colocándose como el cuarto país de Europa por actividad empresarial en fusiones y adquisiciones, cuatro puestos por encima del año precedente.
«Las fusiones forzosas entre pequeñas entidades en problemas son responsables de parte de esta actividad, pero prácticamente la mitad de los acuerdos de las empresas españolas involucraban objetivos en el exterior», apunta el diario.
De este modo, el periódico de cabecera de Wall Street señala que «los datos dan crédito a los argumentos de los más optimistas sobre España que señalan que existen diferencias fundamentales entre el país y sus socios europeos ‘más enfermos’, concretamente porque España es una economía más grande y más diversificada y muchas empresas españolas, incluidos algunos bancos, permanecen fuertes a pesar de los desafíos a los que se enfrenta el país».
El periódico destaca que el Santander lanzó en 2010 la segunda mayor compra en el exterior por parte de una empresa española al hacerse con el banco polaco Zachodni por 5.350 millones de dólares, además de mantener negociaciones, finalmente frustradas, para fusionar el estadounidense M&T Bank con su filial Sovereign en EEUU.
«ESCAPAR DEL MERCADO DOMÉSTICO»
No obstante, el rotativo apunta que las cifras de Dealogic también subrayan el deseo de muchas compañías españolas de «escapar» del mercado doméstico español, después de la leve contracción registrada por el PIB de España en 2010 y la previsión de un crecimiento inferior al 1% en 2011, según las estimaciones de la OCDE.
En este sentido, el rotativo pone como ejemplo la OPA lanzada por Actividades de Construccion y Servicios (ACS), la mayor compañía constructora de España, sobre la alemana Hochtief, coincidiendo con con el ‘boom’ experimentado por la economía alemana.
Sin embargo, el diario recuerda por otro lado que el volumen en dólares de los acuerdos sellados por las compañías españolas en 2010 es todavía inferior al registrado anualmente entre 2005 y 2008.
«Si el Gobierno español no lograra apuntalar la confianza en las débiles cajas de ahorros, provocando una mayor erosión de la confianza internacional en el país, los inversores podrían entonces dar la espalda a las empresas españolas, privándolas del capital necesario para cerrar grandes operaciones tanto en casa como en el exterior», advierte ‘The Wall Street Journal’.
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