RRHH Digital. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, no se siente «aludido» ni ve un «guiño» en los cambios en las causas del despido que ha introducido el Gobierno en el desarrollo reglamentario de la reforma laboral, al considerar que la propuesta inicial, que permitía realizarlas ateniéndose a previsiones económicas negativas, era una «aberración jurídica».
Así lo ha expresado el dirigente sindical en Santander, donde ha participado en el Foro Cantabria organizado por la Cadena Ser, y al que han asistido el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; la vicepresidenta, Dolores Gorostiaga; el delegado de Gobierno, Agustín Ibáñez, y el presidente de la patronal cántabra, Miguel Mirones, junto a empresarios y políticos de la región.
Para Méndez, esta modificación respecto a los planteamientos iniciales es «si acaso» un guiño «al sentido común», ya que no hay «nada más subjetivo que una previsión» y, por tanto, no se pueden introducir elementos subjetivos como causa objetiva de despido.
El secretario general de UGT, que tras esta cita se desplazaba a Madrid para continuar con las negociaciones sobre las pensiones –aunque no ha querido precisar ni hora ni lugar–, ha admitido que las posiciones se encuentran «muy alejadas» en este punto, porque la posición de partida «sigue siendo de desencuentro» debido a que el Gobierno quiere «imponer» el «número mágico» de 67 como edad de jubilación.
No obstante, Méndez ha precisado que se acude a esta cita con voluntad de llegar a un acuerdo y un consenso, y ha elogiado al nuevo presidente de la CEOE, Joan Rosell, de quien ha ensalzado que concibe a la patronal como un interlocutor y no como un ‘lobby’, al contrario que su predecesor, Gerardo Díaz Ferrán.
Además, ha descartado que sea el «tiempo» de una huelga general, ya que el sindicato se encuentra en «el tiempo de la búsqueda de acuerdo» y ve esta medida como el «último recurso».
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