RRHH Digital. El 2011 comienza con una mala noticia para quienes estrenaran paternidad durante este año: se retira el cheque-bebé. Así, cobra todavía mayor valor uno de los incentivos más codiciados por los trabajadores que son padres de niños pequeños: las guarderías-empresa.
Es innegable que mantener un hijo supone un gran esfuerzo. Es necesario hacer sacrificios económicos y personales para la conciliación de la vida familiar con la profesional. Por estos motivos, las guarderías de empresa son uno de los incentivos más exitosos en todo el mundo: los padres consiguen ahorrar el precio de una guardería o canguro, así como el tiempo y el dinero que supone trasladar a los niños a un centro escolar y evitan que uno de los miembros de la pareja deje de trabajar para ponerse al cuidado de los hijos, menguando los ingresos económicos de la familia.
Pero las guarderías-empresa, lejos de ser sólo son un poderoso aliciente para los padres, son también un beneficio para las empresas: disminuyen el absentismo laboral derivado por motivos personales, reducen el abandono voluntario de la compañía y, por ende, la rotación. Además, aumentan la retención del talento y generan una imagen corporativa altamente positiva.
En España algunas empresas ya han implantado estos servicios. El BSCH cuenta con un centro con capacidad para 400 bebés de entre tres meses y tres años bajo el cuidado de 50 profesionales en la ciudad Financiera de Boadilla del Monte (Madrid), y multitud de centros esparcidos por la mayoría de ciudades de España.
Compañías como El Pozo o Casa Tarradellas han anunciado planes similares para ayudar a los trabajadores a conciliar ambas vidas, la personal y la profesional.
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