Recursos Humanos Digital. Un trabajador del mercado central de abastos de Sevilla, Mercasevilla, ha denunciado ante la Policía Nacional a un encargado de un puesto de venta mayorista de pescado por haberle golpeado supuestamente después de que este empleado le recriminase que estaba fumando en un centro de trabajo, extremo prohibido por la legislación. El supuesto autor de la agresión, según la denuncia, se habría negado a apagar su cigarro con la advertencia de «vete de aquí perro, que te voy a matar» y habría agredido a este trabajador ocasionándole una «contusión» en la cara, el cuello, el cuero cabelludo y los ojos.
Según figura en la denuncia, formulada en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Nervión y recogida por Europa Press, los hechos habrían acontecido en torno a las 06,15 horas del pasado 5 de enero, cuando este empleado de la sociedad mixta desempeñaba sus «labores propias» de control de la salida de la mercancía en las instalaciones del mercado central de abastos. El trabajador, siempre según la denuncia, se habría dirigido a un «encargado» de un mayorista de pescado advirtiéndole de que, merced a la Ley 42/2010 de medidas frente al tabaquismo, «no podía fumar en el puesto de venta donde se encontraba».
El trabajador, según figura en la denuncia, reclamó a este hombre que «dejara de fumar por estar prohibido», si bien el aludido le habría respondido «haz lo que tengas que hacer. Denúnciame, pero no voy a apagar el cigarro». Tras dirigirle varias descalificaciones, este encargado habría finalizado su interpelación con la frase «vete de aquí perro, que te voy a matar». En su denuncia, el trabajador relata que «se marchó para continuar haciendo su trabajo» una vez comprobado que el denunciado estaba «empeñado» en no dejar de fumar, pero éste último le habría seguido «y tras andar varios metros, por la espalda le lanzó un puñetazo y le alcanzó en la cara», quedando el denunciante «aturdido y desorientado». Varios vendedores y compradores, según reza en el texto de la denuncia, habrían «sujetado» al supuesto autor de los hechos para impedir que repitiese la supuesta agresión.
Atendido en un centro médico de la Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales ‘Fremap’, los médicos habrían notificado que el trabajador había sufrido una «contusión de cara, cuello y cuero cabelludo y ojos» como consecuencia de la agresión.
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