RRHH Digital. El sindicato de los controladores aéreos USCA teme que el preacuerdo alcanzado con Aeropuertos españoles de Navegación Aérea (AENA) para someter aquellos aspectos del convenio colectivo en los que no logren un consenso al arbitraje podría ser un «paripé», y temen que el Ministerio de Fomento tenga preparado ya «el laudo del siglo».
En declaraciones a Europa Press, el portavoz de USCA, César Cabo, aseguró que el proceso «está parado» y que los controladores quieren pensar que «la intención de AENA de fijar un árbitro es verdad». «Esperamos que no sea un paripé», añadió.
«Ellos no han presentado un nombre y nosotros tenemos un candidato», señaló Cabo, quien prefirió no desvelar su identidad. Por su parte, fuentes de AENA indicaron a Europa Press que el gestor aeroportuario no determina la persona que debe realizar el árbitraje y, por tanto, permanece «a la espera».
AENA y USCA llegaron el pasado 23 de diciembre a un preacuerdo sobre el procedimiento negociador del convenio colectivo, según el cual se comprometieron a designar el árbitro antes del día 12 de enero.
Si bien, Cabo recordó que el colectivo seguirá militarizado hasta tres días después, el 15 de enero, fecha en que finalizará el estado de alerta, por lo que «hay muchos que piensan ya que hay un laudo escrito en un cajón del Ministerio de Fomento».
«Muchos creen que nos van a aplicar el laudo del siglo después del 13 de enero», explicó Cabo antes de lamentar: «Si es que al final van a conseguir que la opinión pública crea las mentiras que dicen».
UN PRECEDENTE EN 2001
AENA ya planteó en agosto acudir a un arbitraje independiente cuando el conflicto se recrudeció y los controladores decidieron votar en asamblea la convocatoria de una huelga, que finalmente rechazó la mayoría, ante los desencuentros entre ambas partes en relación a la jornada laboral y las retribuciones.
El arbitraje constituye una vía paralela y restitutoria de la justicia ordinaria por la que, en caso de conflicto entre dos o más partes, un tercero neutral e imparcial, denominado árbitro, resuelve la controversia dictando un laudo (sentencia) que es de obligado cumplimiento, no recurrible y ejecutable.
El uso de este procedimiento en el sector turístico tiene un precedente en 2001, para la resolución del conflicto sobre el convenio colectivo de los pilotos de Iberia. Entonces, el Ministerio de Fomento designo como árbitro al presidente en funciones del Comité Económico y Social (CES), Federico Durán López.
Durán determinó en la mediación entre Iberia y el sindicato de los pilotos Sepla que las partes deberían firmar un convenio a cuatro años con subidas salariales vinculadas a la marcha de la compañía.
MUCHOS CONTROLADORES QUIEREN IRSE DE ESPAÑA
A la espera, el portavoz de los controladores defendió que «la presión es tal» para los controladores que seis personas en Madrid ya han pedido la excedencia o dejar de trabajar para irse a Europa y que incluso hay muchos que están presentando solicitudes en Abu Dabi o Alemania.
«¿Y qué ocurriría si en tres meses el 50% de la plantilla decimos que nos queremos ir? Porque muchos están deseando irse. ¿Nos van a tener controlando el espacio aéreo con bolas de hierro? Si todos estamos tan bien, ¿por qué empieza a haber esa tendencia de la gente que se quiere ir, a donde sea, para dejar de controlar en España?», ahondó Cabo.
Alrededor de 180 controladores aéreos pidieron la rescisión de su contrato en el pasado mes de septiembre. A día de hoy, sostienen que «hay mucha presión y falta de respeto», y que en 2010 cobrarán de media 150.000 euros, aunque aún no saben lo que han ingresado en el mes de diciembre.
«Que nos apliquen convenios europeos, como el francés, el alemán, el inglés o el portugués, que lo firmábamos mañana por la línea de puntos», añadió el portavoz de USCA para apostillar que el Gobierno «no puede hacerlo por el número de horas de trabajo, ya que en esos países son menos, faltarían controladores, se reduciría la operatividad en un 20% y eso sería solamente por la mala gestión de AENA».
Para finalizar, Cabo aseguró que «AENA no puede defender que los controladores son hipermenos productivos que esos países, porque sería ser menos productivos que en Burkina Faso». «No se sostiene», sentenció.
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