Un sistema con tecnología GPS permite a las empresas vigilar a sus trabajadores y vehículos

Recursos Humanos Digital. La compañía salmantina Realpos ha desarrollado una plataforma de localización con tecnología GPS que posibilita a las empresas seguir en tiempo real a través del teléfono móvil la jornada de trabajo de sus empleados o localizar los vehículos de su flota y conocer las incidencias que se han registrado durante su ruta.

Se trata de un dispositivo que permite saber en todo momento dónde están los recursos de la compañía e incluye una gestión de los históricos, en los que quedan registrados los lugares visitados, los tiempos de descanso, el rumbo y las velocidades máximas y medias a las que se ha recorrido un itinerario.

Grandes grupos comerciales, empresas de transporte y servicios técnicos son los clientes habituales de este tipo de plataformas. Realpos, sin embargo, ha conseguido que también las pymes aprovechen sus beneficios mediante un sistema de localización «basado en la sencillez, fiable y a un coste muy razonable», como indica el gerente de la firma, Francisco Javier Garduño.

Así, pequeñas compañías de reparto de publicidad o comerciales en España ya incorporan la aplicación. El empleado, que debe dar su consentimiento para que su trabajo sea controlado, está durante toda su jornada localizable a través de una BlackBerry, que actúa a modo de pequeño ordenador que permite además transferir información.

«Podemos saber si el comercial está visitando cliente y qué ha hecho en cada encuentro, ya que puede reportar si el usuario ha comprado algo o si se ha hecho simplemente una visita de cortesía», explica. De esta forma, los resultados se pueden conocer de inmediato y, en el caso de que no haya cobertura telefónica, los datos pueden conocerse con posterioridad ya que todo queda almacenado en un servidor.

UN SISTEMA PARA LA SEGURIDAD

En vehículos, el dispositivo se conecta con la batería y actúa gracias a un sensor de movimiento y un módem GPRS que transmite la posición de los mismos. El gerente de Realpos cuenta que gracias a este sistema uno de sus clientes supo que habían estado utilizando su coche particular, que había estacionado en el aparcamiento del aeropuerto, mientras él permanecía de viaje. Relata también que el propietario de una empresa de alquiler de automóviles se fue a Marruecos a recoger una furgoneta que había sido sustraída por los propios clientes.

Claudia Möller, propietaria de la empresa Vinarius y usuaria de Realpos, incorpora el dispositivo para un «exclusivo» servicio de transporte de vinos.

«Lo utilizamos como trazabilidad. Si entregamos un vino y al descorcharlo no está bien, el problema está en la bodega o en el transporte, no hay otra posibilidad. Así que si ha salido de bodega perfectamente y se supone que ha venido a velocidad normal y el vehículo no se ha detenido, ya sabríamos dónde está el error. Si tiramos de histórico, podemos ver por ejemplo si el señor que lo traía paró a comer a las dos de la tarde o a echarse la siesta y las botellas se quedaron al sol», indica.

«Lo importante es que la información queda ahí y sirve como prueba», apostilla Garduño, quien considera que más que una vigilancia esta herramienta «hace malo al mal trabajador, pero bueno al buen trabajador».

El sistema más «exótico», según añade, es el que Realpos instaló en una empresa de globos aerostáticos. Sus propietarios llevan una de las BlackBerry en el globo y otra se queda en tierra, de manera que el coche que debe recoger a los viajeros sabe a cada instante preciso dónde se encuentran y en qué punto aterrizan. «Con este sistema se monitoriza el trayecto y ya no se tarda en encontrar el globo dos horas», reconoce.

USO SOCIAL

Paralelo a este sistema, aunque basado en él, Realpos trabaja en el desarrollo asimismo un proyecto que permite ofrecer localización a aquellas personas susceptibles de padecer violencia de género. Se trata de una aplicación que permite, a través de un botón de alarma, lanzar un aviso a la Policía o un centro de control cuando el usuario se sienta en peligro.

Se trata de una alternativa a la pulsera electrónica para maltratadores, según asegura Garduño, quien explica que este servicio incluye una base de datos que posibilita conocer qué persona envía la alarma, dónde vive, qué lugares frecuenta y la información de posible agresor.

«Localizamos y monitorizamos a la persona en riesgo para poder intervenir lo más deprisa posible», señala el gerente, quien indica que esta iniciativa está pensada para que las administraciones públicas la ofrezcan como medida preventiva.