RRHH Digital. La mayor parte de los hogares españoles están dispuestos a pagar más en su factura eléctrica si con ello se logra combatir el cambio climático. Así se desprende del riguroso estudio sobre el “análisis de las preferencias sociales sobre políticas de cambios climáticos en España”, realizado para FEDEA por el profesor Michael Hanemann (UC Berkeley), considerado uno de los más prestigiosos economistas ambientales, Xavier Labandeira profesor de la Universidad de Vigo y líder del panel intergubenamental de Cambio Climático y María Loureiro, profesora de la Universidad de Santiago, experta en la valoración ambiental en España y el desastre del Prestige.
El estudio se basa en una encuesta en persona, representativa de la población española, que se llevó a cabo entre mayo y junio de 2010. “Los resultados muestran que los hogares españoles están a favor de la aplicación de un programa eléctrico que encarezca la electricidad pero que utilice los ingresos adicionales para la promoción de las fuentes renovables para reducir las emisiones de dióxido de carbono. En concreto, la Disponibilidad a Pagar (DAP) media por mes y hogar es elevada: 11€ por encima de la factura eléctrica actual, lo que supone un importante aumento en términos relativos”.
Los hogares españoles también son partidarios, aunque en menor medida, de que se aplique un programa aplicado sobre los productores de combustibles que reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero, aunque lleve a un aumento de los precios de los carburantes.
Reducir la contaminación es un tema muy importante o extremadamente importante para el 90% de la población. Un 98% de la población escuchó hablar del cambio climático y en torno a la mitad (55%) se considera muy informado o bastante informado sobre el asunto. En torno a un 15% afirma, de forma espontánea, que ésta es la cuestión ambiental más importante. Un 95% de la población cree que es un problema real (sólo unos pocos, menos del 20%, creen que exagerado) y negativo (90%).
Se trata de la primera vez que los ciudadanos españoles son preguntados sobre cuestiones clave para las políticas climáticas nacionales e internacionales. En este sentido, los ciudadanos descargan buena parte de las responsabilidades en este ámbito en empresas y gobiernos. A diferencia de lo que ocurre en otros países, la población española es partidaria de que España actúe contra el cambio climático independientemente de que lo hagan o no los países en vías de desarrollo. Sin embargo, los ciudadanos españoles no son demasiado partidarios del uso de mecanismos flexibles que permitan el intercambio de inversión en otros países por emisiones (como el mecanismo de desarrollo limpio de Kioto).
En torno a un 75% de la población es partidaria de una reforma fiscal verde: es decir, la aplicación de impuestos contra el cambio climático con reciclaje de su recaudación para reducir otros impuestos.
Los autores argumentan que estos resultados indican que “una reforma fiscal verde puede ser una alternativa viable y útil para España, especialmente en un momento de crisis como éste”.
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