RRHH Digital. “La situación económica actual afecta de forma negativa a la expansión empresarial tanto en España como en el resto de Europa y Estados Unidos, por lo que los franquiciadores españoles están optando por expandirse en nuevos mercados emergentes, pese al posible riesgo de corrupción existente en algunos de estos países”. Así lo asegura Verónica Baena, profesora de Marketing de IEDE Business School de la Universidad Europea de Madrid, en el estudio titulado “The effect of corruption on global franchising in emerging markets” que saldrá publicado en enero de 2011 en el International Journal of Business and Emerging Marketing.
En concreto, el sistema de franquicia español ocupa la quinta posición en todo el mundo tanto en número de enseñas como en la cantidad de establecimientos. Según recoge el estudio, en 2009 el 81,2% de los franquiciadores que operaban en el mercado español era originario de nuestro país (786 empresas franquiciadoras). Además, hasta un total de 168 franquicias españolas habían ampliado su actividad en países extranjero y estaban presente en 103 países a comienzos del año 2009.
“Las franquicias españolas se están expandiendo por nuevos países emergentes debido el estancamiento del crecimiento comercial y económico en Europa y Estados Unidos”, afirma la profesora Verónica Baena. “Estos mercados emergentes atraen a las empresas franquiciadoras por el rápido crecimiento de sus economías, pero todavía se sabe muy poco sobre los factores que influyen en la elección del modo de entrada de las empresas en dichos mercados, sobre todo cuando se trata de países donde la corrupción está presente”, destaca.
El objetivo del estudio –según refleja Verónica Baena- ha sido poner de manifiesto estas variables a la hora de estudiar el modo de entrada para abrir un negocio en estos países emergentes. Para ello, se ha analizado la forma de entrada utilizada por las cadenas franquiciadoras españolas a lo largo de 26 países considerados emergentes por el Banco Mundial en 2008: Argentina, Brasil, Chile, China, Colombia, República Checa, Egipto, Hong Kong, Hungría, India, Indonesia, Israel, México, Marruecos, Perú, Filipinas, Polonia, Rusia, Arabia Saudí, Singapur, Sudáfrica, Taiwan, Turquía y Venezuela.
“Los franquiciadores tendrán que tener en cuenta que la corrupción aumenta los costes de las operaciones en el extranjero, así como la incertidumbre y los riesgos asociados. Todas estas cuestiones actúan como condicionantes en la expansión mundial de franquicias, lo que limita la forma de entrada en los mercados emergentes”, indica la profesora Baena.
Figura del master franquiciador
Según el estudio, de las cuatro opciones de entrada que existen para una empresa en un país extranjero de estas características, la más recomendable es la del master franquiciador. “El estudio demuestra que es la que tiene más éxito de prosperar en mercados emergentes donde hay corrupción”, destaca la autora. “Contar con la figura del master franquiciador, es decir, un socio local al que se le franquicia todos los posibles establecimientos en ese país y que a su vez él ‘subfranquicia’ cada negocio con empresarios locales en estos países, parece la mejor opción para abrir un negocio en mercados emergentes que se caracterizan por tener elevada corrupción”, añade.
Así pues, la profesora Baena señala otras tres posibilidades para la entrada en estos países emergentes: “Los empresarios pueden optar por la inversión directa, sin franquicia, donde se asumen todos los riesgos pero también todos los beneficios. Otra opción es la franquicia directa, donde el riesgo es mucho menor y los beneficios oscilan en función del canon de entrada y los royalties. La tercera manera sería una ‘joint venture’, es decir, buscar un socio local y compartir todo al 50%; es menos arriesgado pero el beneficio también es bastante menor”.
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