RRHH Digital. CC.OO. y UGT han remitido una carta al Ministerio de Trabajo en la que solicitan un incremento del salario mínimo interprofesional (SMI) del 8% para 2011, hasta los 684 euros brutos mensuales en 14 pagas, lo que equivale a un salario bruto anual de 9.575,5 euros.
Además, los sindicatos solicitan una reforma del artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores para establecer nuevas bases sobre las que actualizar el SMI cada año y evitar pérdidas de poder adquisitivo, al tiempo que piden abrir la negociación de los criterios de revisión del Indicador Público de Rentas Múltiples (Iprem).
La carta remitida responde a la intención del Gobierno de aprobar en el último Consejo de Ministros del año un incremento del SMI no superior al 1,5% para 2011, en línea con la subida del pasado año, lo que supondría una nueva pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores, que previsiblemente tendrán que hacer frente a una subida del IPC en el entorno del 1,7%.
De cumplirse estas previsiones, el Gobierno se alejaría aún más de su compromiso de subir el SMI hasta los 800 euros mensuales en 2012 y de situarlo en el 60% del salario medio. Por eso, los sindicatos vuelven a la carga para intentar ‘arañar’ una subida superior que coloque el SMI lo más cerca posible de esos objetivos.
CC.OO. y UGT ya pidieron en 2010 un aumento del 8% del salario mínimo con el mismo propósito, pero el Gobierno, blandiendo el argumento de la moderación salarial, lo dejó en el 1,5%. Parece que la historia se volverá a repetir en 2011.
DENUNCIAN LA PÉRDIDA DE PODER ADQUISITIVO
La carta que ahora remiten los sindicatos, firmada por los secretarios de Acción Sindical de CC.OO. y UGT, Ramón Górriz y Toni Ferrer, respectivamente, reconoce que desde el año 2000 el SMI ha experimentado una «continua, aunque irregular, mejora nominal».
Sin embargo, precisa que, en comparación con la evolución de los precios, sólo se produjo una ganancia de poder adquisitivo entre los años 2004 y 2009. Además, concretan que la mejora de la capacidad de compra en 2009 se explicó por una caída de los precios en plena recesión.
Los sindicatos recuerdan también que, a pesar de la ganancia interrumpida entre 2004 y 2009, el SMI ha ido perdiendo peso sobre el salario medio a partir de 2007, cuando logró su nivel máximo, del 41,5%, y ha caído progresivamente desde ese año hasta el 41,1% en 2010, lejos del objetivo del 60%.
«El salario mínimo español es uno de los más bajos de los países de la UE-15 que lo tienen establecido en su ordenamiento jurídico con cobertura general», añade la carta, en la que los sindicatos abundan en que «este hecho no se justifica por diferencias en los niveles de productividad por hora, sino por una remuneración más baja de la hora trabajada».
«La crisis económica no puede servir como excusa para desistir en el objetivo de alcanzar un salario mínimo de 800 euros en la actual legislatura, objetivo además comprometido por el Presidente del Gobierno en su discurso de investidura», concluyen.
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