RRHH Digital. El pleno del Parlamento Europeo ha rechazado este martes -por 306 votos a favor, 350 en contra y 25 abstenciones- una norma que establece un procedimiento simplificado para que los inmigrantes legales puedan acceder a un permiso único de residencia y trabajo y equipara sus derechos laborales, como el salario, el acceso a la seguridad social y la formación, a los de los ciudadanos de la UE.
La norma contaba con el apoyo del PP europeo y con el rechazo de los grupos de izquierda. Finalmente, los liberales han decantado el resultado de la votación por considerar que no simplifica suficientemente la obtención del permiso único.
Los socialistas han justificado su oposición denunciando que la directiva deja fuera a los trabajadores más desprotegidos, como los temporeros o los desplazados por empresas establecidas fuera de la UE, que estarán cubiertos por otras normas de la UE. Por su parte, el PP europeo ha criticado el «populismo» de la izquierda y la ha acusado de bloquear los mismos derechos que dice defender.
Ahora la propuesta ha sido reenviada a las comisiones de Libertades Civiles y Empleo, que decidirán sobre el procedimiento que deba seguirse e informarán al Parlamento en un plazo de dos meses. También el Ejecutivo comunitario debe determinar si mantiene o no su texto.
El eurodiputado socialista Alejandro Cercas ha asegurado que el proyecto de directiva era «»insuficiente y peligroso porque dejaba fuera a los trabajadores más vulnerables y desprotegidos, como por ejemplo a los temporeros; y porque permitía la entrada en Europa de trabajadores que no quedaban sometidos al derecho comunitario ni al derecho nacional, lo que fomentaría el sentimiento de xenofobia, racismo y rechazo hacia los trabajadores emigrantes».
«Rechazar esta propuesta era fundamental para luchar contra la extrema derecha y los enemigos del proyecto europeo», ha sostenido Cercas. A su juicio, la propuesta derrotada limitaba derechos laborales, incluso para los trabajadores cubiertos por la directiva, como por ejemplo, el cobro de pensiones cuando retornan a sus países, las prestaciones familiares, o bien, las ayudas para la educación superior, e incluso para la formación profesional.
«Atrapados en una lógica populista y estéril, los socialistas rechazan sistemáticamente todos los textos que mejoran los derechos de los trabajadores extranjeros», ha dicho por su parte la eurodiputada popular Véronique Mathieu. «Demuestran mala fe cuando sostienen que la directiva prepara una nueva forma de dumping social global», ha añadido.
El PP europeo sostiene que la directiva da derechos a los inmigrantes regulares y permite así luchar contra la competencia injusta con los trabajadores europeos. Además, simplificará los procedimientos de admisión para estos trabajadores y permitirá «controlar» mejor a las personas que viven y trabajan en territorio comunitario.
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