RRHH Digital. Recientemente se ha abierto en Santa Cruz de Tenerife el primer negocio en España de Jumping Clay, un concepto que viene de Corea y que se consiste en la realización de talleres y formación de manualidades en tres dimensiones con arcillas de colores, que resultan absolutamente limpias, inocuas y favorecen la creatividad de las personas.
Jumping Clay Canarias es, además del primer negocio en España, el tercero de estas características que hay en Europa, y en el local que se encuentran en el número 11 de la calle santacrucera Anselmo Benítez se ofrecen talleres tanto para niños como para adultos y se realizan cursos para instructores.
En estos días, un grupo de instructores está realizando talleres con los niños en el Festival de Cuentos de Los Silos, donde se desarrollan dos tipos de actividades: por las mañanas los niños pueden crear personajes con arcilla que luego un narrador utilizará para sus cuentos y por las tardes modelarán arcillas sobre láminas como si fueran pinturas. Todos estos trabajos se los podrán quedar los niños.
Con esta misma filosofía, pero con una temática en torno a los indios y vaqueros, Jumping Clay ofrecerá también talleres en el Parque Infantil de Tenerife (PIT).
Las arcillas de colores que se trabajan en Jumping Clay ayudan al desarrollo de la imaginación de los niños y también se pueden utilizar con otros colectivos como son las personas que sufren de demencia senil, puesto que a través de las manualidades se contribuye al desarrollo de la memoria y se estimula la relajación física.
Estas arcillas tienen una fragancia terapeútica que calma y relaja; están formadas por partículas de nanotecnología que mata los gérmenes; no se agrietan; se secan al aire; no manchan ni se pegan a las manos; son muy elásticas; se pueden manejar sin ayuda de un adulto, son absolutamente inocuas; rebotan; permiten la mezcla de colores; ayudan a desarrollar la creatividad y la imaginación y aumentan la coordinación de los músculos, entre otras características.
Por estas razones, las personas que están a cargo de Jumping Clay Canarias ya han cerrado acuerdos con colegios y guarderías para ofrecer actividades a los niños, pero la demanda está siendo tan elevada que en la empresa está en el proceso de formación de instructores independientes.
La formación de un instructor independiente es de seis semanas y su coste no llega a los 450 euros que se pueden financiar en doce meses y pasa a formar parte de una base de instructores a nivel internacional con lo que puede continuar su formación para talleres terapeúticos y, a su vez, como instructores de otros futuros profesionales.
Esta formación, por tanto, abre una gran posibilidad para el autoempleo puesto que se pueden desarrollar profesionalmente como monitores en centros comerciales, en centros de día para mayores; en talleres en periodos vacacionales en los colegios o en guarderías, entre otras opciones.
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