Recursos Humanos Digital. Los secretarios generales de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, han expresado su malestar por la «foto» que se hizo el Gobierno el pasado sábado con 37 responsables de grandes empresas y especialmente con los resultados de dicha reunión, que han demostrado, a su juicio, que el poder político está «supeditado» al mundo de las finanzas.
En rueda de prensa conjunta para presentar un manifiesto en favor de la implantación del Impuesto de Transacciones Financieras (ITF), conocido como tasa Tobin, Toxo ha señalado que aunque el Gobierno español hiciera caso de la presión de las grandes empresas y siguiera en la senda de las reformas estructurales, los mercados financieros no se calmarían, porque el origen del problema se halla en la falta de cohesión política de Europa.
«Las medidas que se necesitan son de orden político y no puede mandar el mundo de las finanzas», ha subrayado Toxo, para quien la «foto» del sábado entre el Gobierno y las grandes empresas revela dos cosas «tremendamente graves»: la «supeditación» del poder político al sector financiero y el hecho «absolutamente inaceptable» de que los grandes empresarios acudieran al Palacio de La Moncloa a ponerle «tareas» al Ejecutivo.
«Estamos asistiendo a una especie de rebelión de las élites que marcan las agendas de las instituciones nacionales y europeas», ha lamentado el líder de CC.OO.
En la misma línea, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha resaltado que el resultado de ‘la cumbre de los 40’ (las 37 grandes empresas, más el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y los vicepresidentes primero y segundo, Alfredo Pérez Rubalcaba, y Elena Salgado) «no parece servir para solucionar los problemas reales de la economía española».
«De lo que se trataba es que de allí saliera que los 37 iban a tirar del carro, pero lo que se deduce y extrae tras la reunión es que los 37 no sólo no van a tirar del carro, sino que van a seguir montados en él y que del carro van a seguir tirando los trabajadores y los ciudadanos», ha dicho.
Méndez ha indicado que por el camino de reformas como la ampliación a 67 años de la edad legal de jubilación sólo se conseguirá retrasar la recuperación económica y elevar aún más el paro.
A DISGUSTO CON LA PETICIÓN DE BOTÍN
A los dirigentes sindicales les ha molestado especialmente que el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, pidiera en dicha reunión al Gobierno que acelere la reforma de la negociación colectivo. Toxo le ha respondido que a quien debe pedírselo es a la CEOE, porque se trata de un ámbito de discusión bipartito que no está contando con todo el apoyo que debiera por parte de la patronal.
Así, el dirigente de CC.OO. ha recordado que la reforma de la negociación colectiva es un compromiso adquirido por empresarios y sindicatos y que son «reiterados» los llamamientos que ha hecho la parte sindical a la empresarial para cumplir ese compromiso, que se está viendo afectado por la crisis en la cúpula empresarial.
«Espero que, superada su crisis de dirección, la CEOE se ubique en una dinámica que nos evite decisiones unilaterales del Gobierno en esta materia. Botín debe apelar a la CEOE, a la que creo que pertenece, y no al Gobierno», ha dicho Toxo.
Méndez, por su lado, ha subrayado que el hecho de que se haya hablado de la reforma de la negociación colectiva fuera del ámbito del diálogo social, «no estimula a la CEOE a avanzar en la negociación».
«El hecho de que un empresario importante interpele directamente al Gobierno puede interpretarse como un desentenderse de la vía del diálogo bipartito», ha declarado Méndez, que aún así ha insistido en que los sindicatos quieren el acuerdo con la CEOE para reformar los convenios.
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