Recursos Humanos Digital. El socio director general de Tea Cegos Deployment, Francisco Javier Gutiérrez, ha abogado este jueves porque las empresas aprovechen la crisis para reinventarse, a través de la excelencia y la innovación, porque cuando se supere este periodo de dificultad económica «sólo sobrevivirán los mejores».
En una conferencia titulada ‘Excelencia e innovación: las dos caras de la misma moneda’, en el marco del Foro Empresa que se celebra en Zaragoza, Gutiérrez ha indicado que «dentro de pocos días concluiremos la primera década del siglo XXI, un comienzo de siglo que la humanidad estudiará».
Según ha apuntado, estos diez años incluyen cambios como que «el comercio electrónico crece por encima del 30 por ciento, los usuarios de Internet serán a finales de año más de 2.000 millones y la mitad de los niños que nazcan en este siglo sobrepasarán los cien años de vida».
Asimismo, se ha referido a China y ha indicado que «más de 400 millones de chinos han salido ya de la pobreza y este país es capaz de sacar al mercado laboral más de 200.000 titulados en Ciencias al año», por lo que ha opinado que «parece inexcusable que, antes de que concluya una década, se convierta en la primera potencia mundial».
En este marco, Gutiérrez ha expuesto que «un análisis superficial de este entorno es lógico que nos produzca cierta angustia o temor», si bien ha apostado por «ser optimistas, aunque sólo sea porque no tenemos otra opción».
El socio director general de Tea Cegos Deployment ha animado a «hacer una reflexión para tratar de disminuir la alarma del nuevo entorno competitivo» y ha indicado que «el denominador común es el cambio, lo único estable a lo que nos presentamos las empresas».
ESTÍMULO PARA EL PROGRESO
Francisco Javier Gutiérrez ha explicado que «en España hemos pasado de ser una economía boyante a ser una sociedad pobre y necesitada y tenemos que revertir esta situación», un hecho que debe ser «un gran estímulo para progresar».
A su entender, en la próxima década «va a haber claros perdedores y ganadores y, por ello, estoy profundamente convencido de que el mayor riesgo de los empresarios es no correr riesgos y aprovechar con coraje la posibilidad de transformación; o estamos entre las buenas empresas, las excelentes, o no estaremos» ya que «con un marco competitivo tan exigente sólo se puede pelear por el futuro estando entre las mejores del sector».
También ha recordado que «los patrones que nos han facilitado el éxito en el pasado ya no pueden garantizarlo en el futuro porque no se pueden recorrer los nuevos caminos utilizando viejos mapas, hay que repensar los modelos de gestión y negocio» por lo que ha avanzado que, para hacer frente al futuro, es necesario «adoptar con urgencia una decisión, aprovechar la oportunidad de la crisis, aspirar a la excelencia y reinventarse».
«Si asumimos que estamos inmersos en un escenario caracterizado por el cambio vertiginoso y donde las empresas mediocres no van a sobrevivir, sólo nos queda plantearnos hacia donde cambiar, y la respuesta es hacia la excelencia y la innovación, que es la mejor inversión, tal y como han demostrado las «empresas invulnerables a la crisis», ha concluido.
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