RRHH Digital. Después de tres décadas de intervenciones y políticas de igualdad, la participación de las mujeres en las tecnologías de la información y la comunicación, TIC, sigue siendo escasa. Según la OCDE, la presencia de mujeres en profesiones relacionadas con la informática y las telecomunicaciones no supera actualmente el 25% en ningún país desarrollado, excepto Irlanda. Países como Luxemburgo, Suiza, Holanda y Austria se encuentran por debajo del 10%, y en España, donde casi el 60% de los titulados universitarios son mujeres, en Informática y Telecomunicaciones el porcentaje es sólo del 24%.
¿Qué medidas pueden adoptarse para evitar que las mujeres se descuelguen de las nuevas tecnologías a lo largo de su ciclo vital? ¿Pueden ser las TIC una herramienta para sacar a las mujeres de la pobreza? ¿Por qué la «generación Facebook» no está interesada en profesiones relacionadas con la sociedad de la información?
Estas son algunas de las preguntas que durante tres días han intentado responder expertas de todo el mundo en el congreso internacional Las Mujeres y las TIC a lo largo de su Ciclo Vital, que se clausura hoy en Barcelona, y que ha sido organizado por el Internet Interdisciplinary Institute (IN3) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
«Entre el conjunto de factores que explican la escasa presencia de mujeres en carreras y profesiones relacionadas con las nuevas tecnologías, hemos encontrado barreras culturales tales como prejuicios y estereotipos de género del tipo “a las mujeres no les interesan las tecnologías, para ellas lo importante es la maternidad”; también barreras institucionales, ya que los comités de selección en empresas y universidades están compuestos mayoritariamente por hombres que dificultan el acceso y la promoción de las mujeres. Otro aspecto que influye negativamente son las condiciones de trabajo de este tipo de profesiones que implican una disponibilidad de 24 horas 7 días a la semana, en jornadas de trabajo muy largas y a veces imprevisibles, que hacen difícil conciliar la vida profesional y la privada», explicó la directora del programa de investigación sobre Mujeres y TIC del IN3 de la UOC, Cecilia Castaño.
Según Castaño, esta situación resulta aún más paradójica si se toma en cuenta que los sectores TIC son nuevos y se han desarrollado en paralelo con las legislaciones de igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en los países avanzados, y que los prejuicios de género no deberían tener vigencia en sectores y empleos para los que el capital humano y el talento, que está aleatoriamente repartido entre hombres y mujeres, es estratégico.
La mayoría de las ponentes, como la investigadora de la Universidad de Virginia Joanne Cohoon, una de las expertas más reconocidas en la materia, pusieron de relieve cómo esta situación de subrepresentación no sólo perjudica a las mujeres desde el punto de vista de la brecha de género, sino que también tiene repercusiones políticas y económicas, ya que margina y desperdicia el talento y el potencial creativo de una parte importante de la población. Estudios recientes muestran cómo la participación femenina contribuye a mejorar sustancialmente los resultados de investigación, innovación y competitividad, tanto en el sector público como en la empresa privada del área de las TIC.
Otro aspecto importante que se subrayó es que en el interior mismo de las profesiones relacionadas con informática y telecomunicaciones hay una concentración distinta del empleo entre hombres y mujeres. Mientras estas realizan funciones administrativas, el perfil masculino se concentra en el comercio y en tareas técnicas y mecánicas.
Por su parte, el profesor de sociología y director del IN3 de la UOC, Manuel Castells, propuso la apertura de un nuevo campo de investigación sobre el empoderamiento de las mujeres a través de las TIC. A juicio del investigador, las tecnologías de la información y la comunicación ofrecen autonomía y libertad de movimiento a quien las utiliza y pueden convertirse así en un camino para que las mujeres puedan convertirse ellas mismas en emprendedoras y avancen en conseguir la equidad de género.
Las asistentes al congreso coincidieron en la importancia de implantar desde las instituciones, las empresas y las organizaciones sociales medidas orientadas a conseguir la conciliación y la igualdad de género en las empresas del sector de las TIC y en la necesidad de replantearse el papel que desempeñan padres, profesores, tutores y medios de comunicación en la elección de carreras por parte de las jóvenes, que con frecuencia muestran desconfianza respecto a las habilidades tecnológicas de las mujeres.
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