RRHH Digital. El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha promulgado la ley sobre la reforma del sistema de pensiones, poniendo fin así a un complicado episodio político y social que ha durado varios meses, según informan los medios de comunicación franceses.
La ley se ha inscrito este miércoles en el boletín oficial francés pero tiene fecha de 9 de noviembre, lo que significa que el jefe de Estado la promulgó en cuanto el Consejo Constitucional dio su aprobación.
La reforma, que Sarkozy considera la más importante de su mandato y, en su opinión, no podía demorarse más, ha desencadenado dos meses de intensas movilizaciones callejeras en su contra. Eleva, progresivamente, de 60 a 62 años la edad legal de jubilación, y de 65 a 67 la edad a la cual habrá que jubilarse para cobrar la pensión completa.
La oposición a la reforma llevó a los sindicatos, que han denunciado la «ausencia del diálogo» con el Gobierno, a convocar ocho jornadas de huelga y de movilización, y provocó conflictos en numerosos sectores, especialmente en las refinerías.
VISTO BUENO DEL CONSEJO CONSTITUCIONAL
El Consejo Constitucional dio este martes su visto bueno a la reforma, que ya había sido validada tanto por la Asamblea Nacional como por el Senado, si bien retocó varios artículos introducidos por la Cámara Alta.
El ‘comité de sabios’ censuró los trece artículos que reformaban la medicina laboral, estimando que se trataba de una cuestión que «no tenía una relación con el proyecto de ley inicial», según explicó en un comunicado, precisando que por ello los ha declarado «contrarios a la Constitución».
Sin embargo, el Consejo Constitucional rechazó todos los recursos formulados por los parlamentarios socialistas que habían denunciado principalmente que la reforma de las pensiones suponía un «atentado contra los principios de igualdad».
Este organismo llegó a la conclusión de que fijar la edad mínima de jubilación en los 62 años no infringe «el principio de igualdad ni la exigencia constitucional relativa a una política de solidaridad nacional en favor de los trabajadores jubilados».
Asimismo, considera que «aplazar de 65 a 67 años el límite de edad para que una persona tenga derecho a una pensión completa no es contrario al principio de igualdad entre mujeres y hombres (sino que) esta regla les es común».
SINDICATOS Y OPOSICION
Tras conocer la decisión del Consejo Constitucional, los sindicatos han decidido continuar con sus movilizaciones y por ello han convocado una nueva jornada de protestas para el próximo 23 de noviembre.
Para la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), «el retraso de los límites de edad a 62 y a 67 años penaliza a los asalariados que empezaron a trabajar pronto y a los trabajadores con una experiencia profesional precaria».
Al igual que los sindicatos, la oposición ha tomado nota de la validación del texto por parte del Consejo Constitucional pero sigue sin aprobar su contenido. La primera secretaria del Partido Socialista, Martine Aubry, señaló este martes que aunque el Consejo «ha cumplido su papel puramente jurídico», eso «no impide seguir criticando una reforma tan injusta como ineficaz».
La promulgación de la ley da comienzo a la cuenta atrás para la remodelación del Gobierno de la que tanto se ha hablado últimamente. Sarkozy repitió este lunes en privado que estaba esperando este momento para hacer cambios en el Ejecutivo.
Varias fuentes gubernamentales y de la Unión por un Movimiento Popular (el partido del presidente) dijeron el martes que la remodelación se anunciará el lunes o el martes de la semana que viene. Según esas fuentes, lo más seguro es que el primer ministro, François Fillon, permanezca en el cargo.
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