Recursos Humanos Digital. Las huelgas que se convocaron en las refinerías de Francia para protestar por el proyecto de ley que reforma el sistema de pensiones han perdido fuerza este martes, ya que los paros han concluido en varias de ellas y los sindicatos han adoptado un tono más amable en las negociaciones con los empleadores.
El líder de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), François Chereque, y la presidenta de la patronal Movimiento de Empresas de Francia (MEDEF), Laurence Parisot, declararon este lunes por la noche a la cadena de televisión France 2 que están dispuestos a dialogar sobre el empleo de los jóvenes y las personas mayores.
«Estamos en una nueva fase, pero una nueva fase no significa que haya terminado todo», aseguró Chereque, que indicó que el presidente, Nicolas Sarkozy, «tiene la capacidad de aplazar el debate porque una ley siempre se puede perfeccionar».
El proyecto de ley, que eleva de 60 a 62 años la edad mínima de jubilación y de 65 a 67 la edad a partir de la cual hay que jubilarse para recibir la pensión completa, se encuentra en el Parlamento. Se prevé que se convierta en ley esta misma semana.
EL GOBIERNO QUIERE DIALOGAR
La ministra de Economía, Christine Lagarde, que ha manifestado su preocupación por los efectos de las huelgas y protestas en las empresas y la imagen de Francia, aplaudió la nueva postura de los sindicatos. «Elogio la vuelta a la razón y al diálogo», dijo a la emisora Radio Classique.
«Poner las conversaciones sobre la mesa, hablar de empleo juvenil, de empleo para las personas mayores, y examinar los problemas subyacentes que preocupan a los jóvenes y a las personas de más edad es realmente un punto de inflexión, y creo que es algo bueno», aseguró.
Cuando se retiraron las barricadas, el combustible comenzó a salir de cuatro de las doce refinerías del país. Los trabajadores de tres refinerías han puesto fin a sus huelgas, que ya duraban dos semanas, pero hay otras ocho que permanecen bloqueadas. Entretanto, los paros en varios puertos –incluido el de Marsella, en el sureste, y el de Le Havre, en el norte– siguen impidiendo que el petróleo llegue a las instalaciones industriales.
Mientras, los servicios ferroviarios casi se han normalizado totalmente y el problema de la escasez de carburante en las gasolineras se ha aliviado gracias a que el Gobierno ha aumentado las importaciones de combustible. En la ciudad de Marsella se ha reanudado la recogida de basuras después de una huelga de dos semanas que ha dejado las calles llenas de desperdicios.
Lagarde, que ha dicho que las huelgas de este mes en las refinerías y su impacto en las empresas le están costando a Francia entre 200 y 400 millones de euros al día por la producción perdida, declaró este martes que, a pesar de todo, el Gobierno no espera que el crecimiento económico en 2010 vaya a disminuir por ello.
GASOLINERAS
Por su parte, el ministro de Energía, Jean-Louis Borloo, señaló que el suministro de combustible se ha normalizado en aproximadamente el 80 por ciento de las estaciones de servicio del país. Según el diario ‘Le Parisien’, Borloo explicó que Francia está importando cada día 100.000 toneladas de combustible refinado de Reino Unido, Rusia, Italia y España, frente a las 25.000 toneladas que importa en condiciones normales.
El hecho de que muchas familias se hayan desplazado este fin de semana con motivo de las vacaciones escolares ha supuesto una presión aún mayor en las gasolineras por la escasez de carburante. Según una encuesta de Ifop publicada este martes, el 59 por ciento de los franceses se oponen al bloqueo de los depósitos de combustible.
Ayer martes se llevaron a cabo varias manifestaciones de estudiantes, y los sindicatos han convocado otros dos días de huelga general y protestas, este jueves y el próximo 6 de noviembre.
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