RRHH Digital. El Instituto de la Empresa Familiar (IEF) se ha unido a las voces que en los últimos días piden que los salarios se vinculen a la productividad, en lugar de ir ligados a los precios, para que las empresas puedan soportar costes laborales acordes a las circunstancias.
Así lo demanda en el último número de su revista, que dedica a hacer un repaso a la reforma laboral, haciendo hincapié en las cuestiones que, a su juicio, han quedado en el tintero y que le han valido para considerarla «insuficiente».
En esta línea se manifestó la pasada semana el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, quien consideró necesario «ganar menos» para poder dotar de mayor competitividad a las empresas, y en las últimas horas el presidente del Círculo de Empresarios, Claudio Boada, para el que lo conveniente sería «indexar» los salarios a la productividad.
Con esta propuesta sobre la mesa, la institución presidida por Simón Pedro Barceló, cree que aún se deben acometer nuevas iniciativas legislativas para «suprimir los elevados costes laborales». En este sentido, además insta a reducir las cotizaciones sociales que pagan las empresas.
«Otra de las rémoras del mercado de trabajo» aún sin solventar son, en su opinión, «los elevados niveles de absentismo, que se ven favorecidos por la redacción del Estatuto de los Trabajadores». «Es importante incorporar nuevas propuestas que logren eliminarlo (el absentismo)», señalan.
Por otro lado, las iniciativas que reclama el IEF se dirigen a mejorar la formación profesional o la modernización de la negociación colectiva, para que ayude a generar empleo.
En cuanto a esta reforma de la relaciones bilaterales entre patronal y sindicatos, que los agentes sociales aún no han puesto en marcha, el Instituto considera que tienen una «estructura obsoleta» y que es preciso modificar para, entre otras cosas, «garantizar que los acuerdos alcanzados a nivel individual entre empresa y trabajadores tengan una rango legal superior al convenio colectivo».
«EL GRAN ERROR DE LA HUELGA GENERAL»
Por otro lado, el IEF reserva un espacio para comentar la huelga general del 29 de septiembre, que tilda de «gran error» por su negativo efecto económico.
«La reforma laboral en ningún caso implica que los trabajadores españoles vayan a soportar en el futuro unas condiciones laborales peores que las de nuestros principales competidores», defiende la organización.
Por el contrario, argumenta que «la huelga general ha empeorado la imagen de España en el exterior con una mayor desconfianza hacia la economía, cuando precisamente en estos momentos una de las principales barreras al crecimiento es la caída de la inversión extranjera».
«Esta convocatoria en ningún caso ofreció una alternativa viable y razonable que permitiera eliminar la rigidez del mercado laboral español e impulsar la creación de empleo», sentencia.
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