Recursos Humanos Digital. El banco suizo UBS, que tuvo que recibir asistencia del Gobierno tras convertirse en una de las principales víctimas de la crisis financiera, ha confirmado que no emprenderá acciones legales contra los ex directivos de la entidad involucrados en la gestión del banco durante la crisis.
La entidad explicó que el consejo de administración de UBS tomó esta decisión al considerar que existe una gran incertidumbre respecto al éxito potencial de estas acciones legales y tras analizar el impacto de tal proceso sobre la imagen del banco.
«La experiencia ha demostrado que tales casos se extienden durante muchos años y generan costes elevados, provocando una publicidad negativa a nivel internacional que dañaría los esfuerzos de UBS en restaurar su buen nombre en los mercados donde opera», apuntó el banco.
No obstante, la entidad helvética precisó que «para subsanar los errores cometidos» ha sustituido casi por completo a su anterior cúpula directiva, ajustado sus estructuras de gobierno corporativo y revisado su estrategia.
En este sentido, UBS reconoce que su anterior estrategia de crecimiento en el área de banca de inversión, responsable de buena parte de las pérdidas sufridas por la entidad, no fue planificada de manera suficientemente sistemática.
«Los incentivos establecidos enntonces para estimular la generación de ingresos sin tomar en cuenta apropiadamente los riesgos apuntalaron esta estrategia y facilitaron las pérdidas», reconoció la entidad.
Accionistas de UBS, como los grupos Deminor, Actares o Euroshareholders, han presionado de manera activa a la entidad para que iniciara acciones legales contra el ex presidente de UBS Marcel Ospel, que ocupó el cargo hasta 2008, así como contra otros ex directivos.
Así, el pasado mes de mayo una comisión parlamentaria instó a UBS a clarificar a los accionistas de la entidad las razones de UBS para no iniciar dichas acciones legales contra los anteriores gestores del banco.
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