RRHH Digital. El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha aprovechado su última respuesta parlamentaria en el Congreso de los Diputados, antes de tomar rumbo a Cataluña, para aclarar que «los puestos de trabajo no los crea ni los destruye el Ministerio de Trabajo«, y que los más de cuatro millones de parados son consecuencia de la coyuntura económica.
Preguntado por el Grupo Popular en la Cámara Baja, Corbacho insistió en que, en cambio, es responsabilidad de un ministro de Trabajo que «cuando hay una crisis tan profunda, la red de protección social no se vea deteriorada».
En este sentido, dijo irse con «satisfacción» en tanto que el Gobierno ha doblado la atención a los parados, extendiendo la cobertura por desempleo a más de tres millones de personas, y ha reducido de 25 a tres los días que se tardan en reconocer una prestación por paro, entre otros logros.
Además, Corbacho resaltó que CC.OO. le ha enviado una carta en la que le reconoce «avances» en su gestión, y añadió que, en todo caso, ello se debe también al trabajo «bien hecho» de los funcionarios o de las comunidades autónomas.
«La crisis la vamos dejando atrás. Deseo que el futuro inmediato sea favorable para todos», apostilló a modo de despedida, un adiós que remató en los pasillos del Congreso cuando, al ser preguntado por los datos ofrecidos ayer por la OCDE, que reflejaban en el caso de España una tasa de paro del 20,5% en agosto, respondió: «Van a tener la oportunidad de que el nuevo ministro o ministra haga las valoraciones correspondientes».
Como recordó finalmente Corbacho a los medios, la de hoy podría haber sido su última intervención parlamentaria, ya que el presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció que dejaría su cargo al frente del Ministerio de Trabajo a mediados de mes, a lo que se suma que la próxima semana no habrá sesión de control al Gobierno.
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