Recursos Humanos Digital. El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) denunció este jueves públicamente a Ikea por presunto trato discriminatorio hacia una persona con discapacidad.
Daniel Domínguez, usuario de silla de ruedas, acudió a las instalaciones de Ikea en el Ensanche de Vallecas, en Madrid, a finales de septiembre para comprar una estantería pero no pudo hacerlo porque esta multinacional sueca no cuenta con personal que se ocupe de ayudar al cliente con movilidad reducida a trasladar su compra al coche.
Como explica un comunicado del Cermi, Domínguez antes de elegir la estantería comentó a uno de los trabajadores que debían ayudarle a trasportarla al coche y no puso inconveniente pero al pagarla en caja le denegaron esta opción. Tras hacer varias comprobaciones, Domínguez se dirigió a Atención al Cliente y la responsable de tienda le confirmó que Ikea no realiza este tipo de atenciones.
El cliente le preguntó que si no hacían esto con clientes ciegos o mujeres embarazadas, a lo cual, para su sorpresa, la jefa de tienda contestó que las personas ciegas o mujeres embarazadas no pueden venir aquí a comprar porque la filosofía de Ikea es Hágalo usted mismo, según Domínguez.
La jefa de tienda alegó que eso no era su responsabilidad, según asegura el cliente, que considera este hecho como algo inaudito. Aún más cuando la misma persona le aconsejó que pagase a alguno de los chicos que están en las salidas de los supermercados para que me llevasen la compra al coche.
¿De qué sirve que tengan plazas reservadas para personas con movilidad reducida o ascensores si no puedo venir solo a comprar?, se pregunta Domínguez. Además, lamenta que esta misma situación se habrá dado en multitud de situaciones porque estas personas no saben que no pueden comprar en Ikea.
Por este motivo, Daniel Domínguez y el Cermi en su representación piden a Ikea una rectificación en su política y filosofía empresarial para que garanticen que cualquier persona pueda realizar una compra con normalidad y en igualdad de condiciones. De lo contrario, Domínguez exige que se publicite que no pueden comprar en Ikea las personas con movilidad reducida, entre las que se encuentran las personas con discapacidad, mayores o mujeres embarazadas, entre otras.
Por su parte, el Cermi exige a la compañía sueca que se disculpe de modo expreso y pleno con el cliente que ha interpuesto la queja, por lo inapropiado del trato que recibió de su parte.
Asimismo, pide que Ikea apruebe e implante, en todos sus centros, un protocolo de atención a clientes con discapacidad, de carácter público y que pueda ser conocido previamente por los mismos, donde se establezca la obligación de atender a estas personas proporcionando los apoyos necesarios para que en ningún caso sea objeto de trato desigual por razón de discapacidad.
La conducta de su empresa, a juicio del Cermi, puede constituir una infracción administrativa por denegación de ajustes razonables, con arreglo al régimen de infracciones y sanciones de la Ley 49/2007, de 26 de diciembre, por lo que esta Entidad asesorará a la persona perjudicada para que en su caso interponga la oportuna denuncia ante el Ministerio de Sanidad y Política Social.
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