Recursos Humanos Digital. El Gobierno francés propondrá cambios en la reforma de las pensiones que conciernen a los padres que interrumpen su trabajo para cuidar de sus hijos, y se subirán los impuestos para financiar los costes derivados de estos cambios, aunque mantendrá el retraso previsto en la edad de jubilación hasta los 62 años, informó este jueves la oficina del presidente Nicolás Sarkozy.
En concreto, los cambios en dicha reforma consisten en que los padres que decidan dejar de trabajar al menos durante un año para la educación de sus hijos, podrán declarar dicho tiempo como trabajado en el futuro cómputo de su pensión.
Este cambio se aplicará durante los próximos cinco años y los padres se podrán beneficiar de él durante los tres años siguientes al nacimiento del hijo.
En un comunicado hecho público el día después de que los sindicatos llamarán a la huelga, la oficina de Sarkozy informó de que los costes de la reforma de las pensiones serán de 3.400 millones de euros, financiados por una subida en los impuestos de venta de propiedades.
Uno de los puntos más conflictivos de la reforma es la que atañe al retraso de la edad de jubilación, de los 60 a los 62, lo que ha llevado a los sindicatos franceses ha convocar seis jornadas de huelga desde que se propusieron los cambios.
Estas organizaciones han llamado a una convocatoria de huelga indefinida en los transportes a partir del próximo 12 de octubre.
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