RRHH Digital. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, aseguró ayer que no conoce ningún gobierno que, ante una convocatoria de huelga general, haya dicho a priori que va a rectificar, pero si conoce los que han tenido que rectificar después y «éste no va a ser una excepción».
Algunos gobiernos no sólo han tenido que rectificar, sino que han tenido crisis muy importantes, señaló Méndez a los medios de comunicaión, antes de participar en la duodécima edición del Día del Afiliado de UGT Aragón, en el Parque de Atracciones de Zaragoza, centrado en la huelga general.
Méndez agregó que ante la última huelga general «el señor Aznar (presidente del Gobierno 1996-2004) rectificó, y no solo rectificó, sino que hubo una crisis ministerial que afectó a ocho ministerios».
Además declaró que está convencido de que el «juez más duro de la contrarreforma laboral», que ha «impuesto» el Gobierno, va a ser la propia realidad, la evolución del mercado de trabajo, por lo que insistió en que «más vale que rectifique» por que la situación puede empeorar.
La huelga general «está tomando cuerpo, mucho cuerpo» como se va comprobando día a día, señaló en la capital maña, y subrayó que lo que a principios de septiembre parecía «una pequeña ola lejos en el mar» va siendo cada vez mayor a medida que se acerca la orilla del día 29 de este mes.
una «ola» Una «gran ola democrática, constitucional, de mucho alcance social, que va a obligar más pronto que tarde a que el Gobierno rectifique la contrarreforma laboral» y que devuelva lo que ha arrebatado a los pensionistas y a los empleados públicos, afirmó.
Además, continuó, de obligar al Ejecutivo a no proseguir con la pretensión de imponer una medida «tan injusta y tan innecesaria» como es el desplazamiento de la edad de jubilación de manera obligatoria hasta los 67 años.
Según Méndez, las últimas cifras del paro empiezan a anticipar cuál va a ser el efecto de la contrarreforma laboral, que en su opinión no va a resolver los problemas de la dualidad en el mercado laboral, es decir no va a reducir la temporalidad y la precariedad, sino que la van a consolidar. En este sentido, señaló que a los jóvenes que trabajen o quieran trabaja en España les va a «condenar a seguir en un hoyo de la precariedad de los bajos salarios que ha hecho más ancho y profundo esta contrarreforma laboral».
Sobre los pitidos con los que fue recibido el sábado en la marcha de los guardias civiles en Madrid, junto al secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, explicó que no tiene ningún tipo de incomodidad, ya que estaba allí por invitación de las asociaciones.
Lo más importante y relevante ha sido, en su opinión, que los guardias civiles pudieron ejercer el derecho de manifestación y reclamar en libertad derechos fundamentales.
Por último, el secretario general de UGT recordó a los trabajadores que la huelga es «un derecho constitucional, fundamental, como el derecho de voto» y, por ello, «no valen represalias» contra aquellos trabajadores que decidan secundarla, aseveró, al indicar que «sería tan inverosímil como que a un trabajador, en su puesto de trabajo, se le represaliara por ir a votar».
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